Un estudio psico-matemático revela datos interesantes sobre este tema.
Ejemplos de parejas con edades dispares abundan. Solo hay que hojear cualquier revista de espectáculos para percatarnos de ello. Tenemos el caso de Demi Moore y Ashton Kutcher, que fueron pareja durante muchos años, o el de Grey Sam Taylor Jonson, directora de 50 sombras de Grey, y su compañero Aaron Taylor Johsson, que se llevan 23 años.
Los hombres tampoco se quedan atrás (recordemos a Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones o Charlize Theron y Sean Penn), pero vivimos en una sociedad tan hipócrita que solo nos fijamos en el injusto estigma de la brecha generacional que sigue pesando más sobre las mujeres que en los hombres.
Un estudio psico-matemático realizado por la psicóloga social Theresa DiDonato, de la Universidad de Maryland (Estados Unidos), se basa en una curiosa pauta para elegir la edad mínima que debe tener una pareja.
Conocida como la regla de “la mitad de tu edad más siete”, establece que, al dividir nuestra propia edad entre dos y sumarle después siete, podemos hallar la edad mínima socialmente aceptada con quien podemos ligar sin ser juzgados muy severamente.
Esto quiere decir que, si tenemos 40 años podríamos estar con una persona de 27, pero no conviene que tenga menos de esa edad (por ejemplo, 22 o 25) si pretendemos que el entorno social acepte nuestra relación.
La experta dedujo de sus investigaciones que su regla servía también para calcular la edad máxima de nuestro objeto de deseo con el procedimiento inverso: restarle siete a nuestra edad y multiplicar el número resultante por dos. Que, en el caso anterior, daría 66 años para el novio o la novia de mayor edad de esa pareja numéricamente y socialmente equilibrada.
Dentro de las ventajas de salir con una persona mayor es que deberían ser más maduros, más estables económicamente, más pacientes, pueden dar más consejos gracias a lo vivido, más culto, más detallista y romántico, gracias dentro de sus experiencias.
Pero no todo es color de rosas, dado que dentro de las desventajas podrían estar el que no le gusta tanto salir, piensa más en el futuro, tenga menos energía, le cueste congeniar con tus grupos de amigos, te hace sentir niña, complejo de padre o madre y lo más probable es que ya tenga hijos.
Más allá de la diferencia de edad, lo importante en la pareja es que ambos estén en la misma frecuencia, miren hacia la misma dirección y tengan proyectos en común para poder crear esa ilusión de convivir y llegar a las metas individuales y comunes. Dentro de este último punto, es recomendable tener metas a corto plazo para no perder la ilusión y poder ir alcanzándolas paulatinamente.
