La probabilidad de que un pasajero con gripe infecte a las personas que se sienten a su lado en un avión supera el 80%.
Con más de 3.000 millones de pasajeros utilizando las líneas aéreas cada año, la transmisión de enfermedades infecciosas en los aviones se ha convertido en un problema global de salud. Este medio de transporte puede facilitar la rápida propagación de infecciones y pandemias emergentes. De hecho, ya se han documentado más de una docena de casos de transmisión de enfermedades infecciosas graves en este entorno.
Para conocer los riesgos reales de transmisiones infecciosas en los vuelos, un equipo de investigadores liderados por Vicki Hertzberg de la Universidad Emory y Howard Weiss del Instituto de Tecnología de Georgia, ambos en Atlanta (EE UU), han analizado cómo se produce la transmisión de enfermedades respiratorias mediadas por gotitas dentro de los aviones.
Los pasajeros sentados en un avión al lado de una persona con gripe tienen una probabilidad del 80% de infectarse, según el modelo
Para realizar el estudio, los autores han documentado los patrones de movimiento de los pasajeros y la tripulación que viajaron en cabinas de clase económica, con un solo pasillo en medio, en diez vuelos transcontinentales dentro de los Estados Unidos, normalmente entre las costas este y oeste. Se tomó como referencia una persona con gripe sentada en medio del avión.
Un modelo de red de contactos
“Después desarrollamos un modelo de red de contactos que permite la transmisión de infecciones por grandes gotas respiratorias, y utilizamos un modelo de simulación para determinar la propagación de la enfermedad dentro de la red”, señalan Hertzberg y Weiss en su trabajo, que esta semana publica la revista PNAS.
Los resultados revelan que los pasajeros sentados en la misma fila y los dos asientos laterales del pasajero infectado tenían una probabilidad del 80% o mayor de infectarse. Para todos los demás pasajeros, la probabilidad de infección fue inferior al 3%. Además, el modelo refleja que un tripulante con la enfermedad podría infectar a un promedio de 4,6 pasajeros por vuelo.
Las enfermedades respiratorias, como la gripe, se transmiten principalmente en distancias cortas a través de las gotas respiratorias. El estudio confirma que el movimiento de pasajeros y tripulación puede ayudar a su transmisión, al poner a más personas en contacto cercano con el individuo infectado.
Los autores destacan que su modelo de transmisión de red dinámica para enfermedades respiratorias mediadas por gotitas y usando datos reales “es único”. En su caso, además de las simulaciones, el equipo midió la carga de patógenos recolectando 229 muestras ambientales durante los vuelos, ocho de los cuales ocurrieron durante la temporada de gripe, pero los resultados fueron negativos para los 18 virus respiratorios más comunes.