Afectada por los bombardeos, la ciudad no ha recibido la ayuda internacional que se mantiene congelada y, hoy por hoy, no tiene presupuesto asignado a salud para este año.
Reuters. Una escasez de medicinas, equipamiento y profesionales arriesga la vida de los pacientes en la ciudad de Bengasi, al este de Libia, de acuerdo con el ministro de Salud Reida El Oakley.
La autoridad manifestó que, actualmente, no hay dinero en el presupuesto de salud del país y llamó a las organizaciones internacionales a liberar los fondos que se mantienen congelados, diciendo que una parte de esos dineros podría financiar el sistema de salud "por varios años".
El llamado de Oakley llega cuando han pasado cinco años de la revolución que acabó con el régimen de Muammar Gadaffi, un período que no ha visto a Libia salir de un caos político.
Bengasi es la segunda mayor ciudad de Libia y ha sido escenario de frecuentes batallas desde que las fuerzas militares comenzaron una campaña contra militantes islamistas y otros grupos armados en 2014.
De acuerdo con Oakley, existe una una necesidad urgente de clínicas móviles y kits de atención de trauma, así como de equipamientos básicos como guantes y gasa. Incluso, manifestó, hay una carencia de bolsas para recibir donaciones de sangre, por lo que se ha rechazado a personas que quieren donar. "Así de mal está la situación", enfatizó.
Gran parte de los profesionales extranjeros que se desempeñaron en la ciudad se retiraron hace más de un año, y existe "una necesidad desesperante de doctores y enfermeras", según la autoridad. Actualmente, funcionan menos de 700 camas, que no alcanzan a cubrir una quinta parte de las 3.000 que existían a inicios de 2014.
El presupuesto de salud de Libia debería llegar a US$ 1.000 millones, pero con la mitad de eso podría cubrirsen necesidades esenciales, manifestó Oakley.
El represetante de la OMS Syed Jaffer Husaain dijo que un solicitud de la ONU por US$ 50 millones había generado aportes de apenas US$ 2 millones.