Ese inexplicable ataque del sistema inmunitario llamado vasculitis
Jueves, Julio 6, 2017 - 10:12
La inflamación de los vasos sanguíneos es el origen de esa enfermedad que puede resultar peligrosa e incluso mortal.
La vasculitis es un proceso inflamatorio que afecta cualquiera de los vasos sanguíneos del cuerpo, un circuito interconectado que incluye las arterias, las venas y los capilares, limitando o impidiendo la correcta circulación de la sangre, y por ende, la oxigenación del organismo.
Esta condición es resultado de un comportamiento erróneo del sistema inmunitario y puede afectar a personas de ambos sexos, así como de cualquier raza o edad. Sin embargo, algunos tipos de vasculitis son especialmente frecuentes en pacientes con enfermedades como: hepatitis, lupus, artritis reumatoide y esclerodermia.
La inflamación en el caso de la vasculitis puede causar problemas graves de salud y hasta poner en peligro la vida, aunque normalmente las complicaciones dependen de cuáles son los vasos sanguíneos y órganos comprometidos.
Rasgos característicos
La sintomatología de este trastorno es variada, puede ser leve o grave, y básicamente se caracteriza por la presencia de fiebre, pérdida del apetito y de peso, fatiga, malestar general y dolor.
Pero además existen signos y síntomas específicos según el órgano o sistema corporal afectado, en el caso de la piel, por ejemplo, es característica la aparición de manchas o protuberancias moradas o rojizas, y de escozor. En las articulaciones, puede haber dolor, y si el daño afecta los pulmones, se suele experimentar falta de aliento y una tos que puede involucrar la expulsión de sangre.
Cuando se trata del tracto gastrointestinal, lo común es la aparición de úlceras y dolor de estómago; mientras que los senos paranasales, la nariz, la garganta y los oídos se hacen especialmente susceptibles a infecciones recurrentes.
Si el órgano afectado es el cerebro, el paciente experimentará dolor de cabeza, problemas para pensar con claridad, cambios en la función mental o síntomas parecidos a los de un accidente cerebrovascular, como debilidad muscular y parálisis.
Y cuando se trata del sistema nervioso, lo usual es la presencia de una sensación de entumecimiento, hormigueo y debilidad, así como la falta de fuerza y dolor en los miembros superiores o inferiores. El desarrollo de esta enfermedad puede ser lento en algunos casos, y en otros, tan rápido que es un asunto de días.
Ataque inexplicable
También llamada angeítis o arteritis, es resultado de un ataque imprevisto e inexplicable del sistema inmunitario a los vasos sanguíneos, las causas son hasta ahora desconocida aunque se ha confirmado que existen factores relacionados con este trastorno.
Uno de estos factores con el potencial para provocar una vasculitis son las infecciones recurrentes, aunque nuestro organismo también puede reaccionar a la acción de ciertos medicamentos atacando de forma agresiva a sus propios vasos sanguíneos.
Los especialistas sostienen además que ciertos trastornos autoinmunitarios también pueden provocar la vasculitis, una condición que al parecer está relacionada de igual forma con ciertos cánceres de la sangre, como la leucemia y el linfoma.
Los tipos de vasculitis por lo general están agrupados en base al tamaño de los vasos sanguíneos que afectan, por lo que puede ser: de vasos grandes, de vasos medianos y de vasos pequeños.
Rara y compleja
Esta enfermedad es poco común y no tiene cura, pero si tratamiento, aunque este depende del tipo de vasculitis, los órganos afectados y la gravedad del trastorno. En estos casos, el uso de fármacos tiene como objetivo minimizar los síntomas, y su efectividad está ligada a la acción clínica precoz.
Los pacientes diagnosticados con vasculitis leve suelen tratarse con fármacos para el dolor de venta libre como acetaminofén, aspirina, ibuprofeno o naproxeno; mientras que en los casos graves se indican corticoesteroides y medicamentos citotóxicos, los primeros ayudan a reducir la inflamación de los vasos sanguíneos, mientras que lo segundos destruyen las células que causan la inflamación.
En algunos casos, cuando se da la formación de un aneurisma, es necesario recurrir a una cirugía, pues este es el mecanismo ideal para eliminar estas protuberancias anormales que aparecen en la pared del algún vaso sanguíneo como resultado del proceso inflamatorio.
Tipos de vasculitis
- Vasculitis en su mayoría de vasos grandes
- Síndrome de Behçet, caracterizado por la aparición de ulceras en la boca, los genitales, los ojos y la piel.
- Síndrome de Cogan, afecta especialmente la aorta y la válvula aórtica, causando una inflamación ocular conocida como queratitis intersticial, así como cambios en la audición.
- Arteritis de células gigantes, ataca la arteria temporal, y sus síntomas incluyen dolor de cabeza, sensibilidad del cuero cabelludo, dolor de la mandíbula, y problemas de visión.
- Polimialgia reumática, que afecta las articulaciones grandes del cuerpo, como los hombros y las caderas, causando rigidez y dolor.
- Arteritis de Takayasu, una variedad rara que afecta especialmente la aorta y sus ramas.
- Vasculitis en su mayoría de vasos medianos
- Enfermedad de Buerger, que afecta el flujo de sangre a las manos y los pies.
- Vasculitis del sistema nervioso central, es resultado de una vasculitis sistémica por lo que afecta a la persona de forma generalizada.
- Enfermedad de Kawasaki, puede afectar cualquier vaso sanguíneo, es decir, las arterias, las venas y los capilares, y está asociada con enrojecimiento de las membranas mucosas en los ojos y la boca, el enrojecimiento de la piel y el agrandamiento de nódulos linfáticos.
- Poliarteritis nudosa, que a menudo afecta los riñones, el aparato digestivo, los nervios y la piel.
- Vasculitis en su mayoría de vasos pequeños
- Granulomatosis eosinofílica con poliangeítis, un trastorno muy poco común que causa inflamación de los vasos sanguíneos de los pulmones, la piel, los riñones, el sistema nervioso y el corazón.
- Vasculitis por crioglobulinemia, caracterizado por un espesor de la sangre que perjudican el flujo sanguíneo.
- Vasculitis por IgA, una erupción cutánea parecida a un moretón que aparece con mayor frecuencia en las nalgas, las piernas y los pies.
- Vasculitis por hipersensibilidad, que afecta especialmente a las personas que están postradas en cama.
- Poliangeítis microscópica, que ataca los riñones y los pulmones en personas de mediana edad.