El ministro de Exteriores dijo que tras las acusaciones de un magistrado llamó a las autoridades venezolanas, quienes negaron todo tipo de complot y prometieron cooperar.
Madrid. España suavizó el jueves las acusaciones de vínculos entre el gobierno de Venezuela y el grupo separatista vasco ETA y los rebeldes colombianos de las FARC, en un intento por poner los intereses económicos de los países por delante de un potencial enfrentamiento político.
España provocó la ira del presidente venezolano, Hugo Chávez, después de pedir explicaciones por las acusaciones de un juez español que dijo que el país latinoamericano había ayudado a ETA y a las guerrillas colombianas de las FARC a planear posibles atentados en suelo español.
No obstante, el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, llamó a Chávez por teléfono tras las acusaciones del magistrado para atenuar el incidente. "Lo que hice fue ponerme en contacto con las autoridades venezolanas, con el presidente Chávez (...) a quienes pedí aclaración, información sobre esa situación", dijo el jueves.
"Ellos negaron todo tipo de connivencia y actuaciones y me prometieron cooperar con la justicia española y con las autoridades españolas", añadió.
En sus 11 años de gobierno del país latinoamericano exportador de petróleo, Chávez se ha visto envuelto en acusaciones de sus enemigos de apoyar a grupos como las FARC o la guerrilla Hezbolá de Líbano.
Chávez, que lidera un bloque de izquierdas con el objetivo de contrarrestar la influencia de Estados Unidos en la región, por lo general se ríe de este tipo de acusaciones que considera parte de una estrategia de Washington para desacreditarle.
"(Moratinos) me dijo, así me lo dijo, presidente sepa usted que mi gobierno no tiene nada que ver en esto, es un juez por allá del Poder Judicial en España que es autónomo y lo entendemos, yo le dije 'no te preocupes, yo ya estoy acostumbrado a eso'", dijo Chávez.
El magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco dijo que las reuniones, incluida una en el 2007, llevó a las FARC a pedir a ETA ayuda logística en caso de que intentaran llevar a cabo un asesinato contra autoridades colombianas de visita en España, incluido el presidente Álvaro Uribe.
Velasco emitió órdenes de arresto para 13 sospechosos de las FARC y de ETA, incluido un empleado de origen español del Gobierno venezolano.
Las acusaciones de Velasco se basan en la información obtenida de un ordenador requisado por el Gobierno colombiano después de un ataque a un campamento guerrillero en Ecuador en el 2008, en el que murió el segundo comandante de las FARC, Raúl Reyes.
Venezuela dice que la información de los portátiles fue manipulada por los colombianos.
Las FARC, un movimiento de inspiración marxista, han matado a miles de personas en una guerra que dura décadas para derrocar al gobierno colombiano.
Por su parte, ETA ha matado a más de 850 personas en su lucha por la independencia del País Vasco. También se cree que las FARC han recibido formación de presuntos miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA) sobre técnica de fabricación de bombas.
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