Además de los buenos salarios, la organización involucra a los colaboradores en varios aspectos de la empresa para que se sientan parte de ella.
Para Víctor Manuel González Ramos, director comercial y socio fundador de Indigo Smart Sorfware, los planes de estudio de las principales universidades del país no se adaptan a las necesidades de la industria de desarrollo de software en México.
"Si bien es cierto que los egresados están capacitados en temas generales, también es verdad que no tienen un buen desempeño en el marco de experiencias del sector laboral”.
"La problemática a la que nos enfrentamos es que, saben la cuestión teórica, pero les hace falta aplicar todos esos conocimientos en herramientas o frameworks que actualmente utilizamos”.
Ante esta problemática de falta de talento, esta empresa creó un semillero, estilo equipo de futbol, en el que reclutan a personas que están por terminar su carrera para que realicen sus prácticas profesionales en la organización. En este sentido, se apoyan de las universidades para atraer estudiantes.
Una vez que son capacitados, se les asigna un proyecto en el que siempre están supervisados por alguien de mayor rango.
Por otra parte, en el caso de que no sean recién egresados, una vez que el colaborador se une a Indigo, se le envía a un taller de regularización. De esta manera, los nuevos empleados saben cómo funciona la empresa, qué buscan y se adaptan a la forma de trabajar.
Perfil
-Responsable. Que no necesite la supervisión de alguien para terminar sus tareas.
-Alta capacidad de autoaprendizaje. Para que pueda aprender a través de tutoriales en línea.
-Manejo de clientes.
-Sólidos conocimientos en desarrollo de software.
-Análisis de información.
El salario
“La demanda es muchísima, pero el talento es muy poco”, apunta González, pues en el mercado mexicano hay muchas empresas que ofrecen el servicio, pero no todas hacen un buen trabajo.
Debido a esto, es el salario de los trabajadores el que sufre. Por ejemplo, chicos sin mucha experiencia llegan con sueldos muy grandes, porque en su anterior trabajo les ofrecieron más dinero para retenerlos. Pero al momento de entrar a otra empresa, se dan cuenta que no saben mucho. Es decir, no representan el valor real de mercado.
La falta de conocimientos técnicos hace que sea muy difícil volverlos a colocar.
De acuerdo con el emprendedor, un recién egresado o ingeniero junior, puede alcanzar un sueldo de entre 8 y 12 mil pesos mensuales. Una persona con un rango de experiencia de 2-3 años puede ganar entre 22 y 27 mil pesos.
Retención de talento
En Indigo saben que retener el talento es un factor clave para su empresa. Además de los buenos salarios, la organización involucra a los colaboradores en varios aspectos de la misma para que se sientan parte de ella y sepan cómo funciona.
Se apuesta mucho a fomentar el arraigo a la cultura laboral. El ambiente debe ser divertido, de mucha tecnología y flexible.
Si te desarrollas profesionalmente, te pagan bien y el ambiente es agradable, difícilmente buscarás cambiarte”, señala González.
En el mercado laboral, sólo las empresas de TI aprecian a los empleados que están especializados en desarrollo. También, se dan los casos en que las compañías piensan que cualquiera puede realizar esta labor y no los valoran tanto.
Lo que hoy busca Indigo es cambiar la percepción que se tiene de este tipo de puestos de trabajo y, convertir a los desarrolladores en los jugadores más importantes de la organización para que no tengan que dejar de hacer lo que más les gusta con tal de tener un mejor salario.
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