Ponerlas al agua no tiene la misma eficacia al momento de eliminar toxinas y bacterias.
El Observador | Por más que las frutas y verduras sean alimentos sanos, con los que son poco probable contraer una enfermedad al consumirlos, por su origen en la tierra y la manipulación constante a la que son sometidos en su proceso de llegada al público por parte de distintos intermediarios siempre es recomendable lavarlos para evitar la presencia de bacterias, suciedad y toxinas.
Pero, ¿cual es la mejor forma de lavar estos productos? La respuesta es enjuagarlos con agua antes de consumirlos, y cuando el alimento lo permite, frotarlos y secarlos. Esa es la sugerencia adecuada luego de que dos estudios sobre el tema fueran publicados en Estados Unidos, y replicados por la revista Time. El primero, publicado en la revista Food Science and Nutrition, establece que sumergir o enjuagar vegetales con hojas no es una forma eficaz de eliminar bacterias, mientras que un trabajo de la Universidad de Georgia sugiere que el enjuague con agua es más eficaz que otros métodos.
Para algunos productos como las manzanas, es posible realizar el proceso de frotado y secado con una toalla limpia o servilletas de papel luego del enjuague para reducir la cantidad de microorganismos presentes en estos alimentos. En otros frutos más delicados, como las frutillas o los arándanos, es mejor enguagarlos solamente, para evitar que se destrocen.
Otro elemento clave a tener en cuenta es que la limpieza y el lavado deben ser inmediatamente antes del consumo o de la cocción, ya que dejar a la fruta o la verdura húmeda es una forma de atraer bacterias.