A veces, no es lo mejor fijar metas ambiciosas.

En más de alguna ocasión nos hemos planteado lograr ciertas metas, ya sea a corto o largo plazo. El asunto es que no muchas veces se alcanzan aquellas planificadas en un largo plazo. De acuerdo con un artículo de Inc. Magazine, lo conveniente sería descomponer esa gran meta en pequeños objetivos a corto plazo.

Cuando las personas se proponen metas para ahorrar dinero o hacer ejercicios, es usual que establezcan objetivos a corto plazo. Ésto podrían estar relacionado con ahorrar una cierta cantidad de dinero cada año o ir al gimnasio todos los días de la semana. El problema es que cuando estas personas fracasan en sus objetivos a corto plazo, tienden a abandonar todo el proyecto.

Sobre esto se refiere una nueva investigación a cargo de Marissa Sharif, candidata a doctorado en la Universidad de California en Los Ángeles junto a sus colegas. En este estudio se indica que las personas prefieren metas que les den cierta flexibilidad para "hacer trampa" y así alcanzar objetivos. De esta forma, es más probable que persistan con objetivos de flexibilidad limitada.

Ese tipo de "trampa" se podría realizar de la siguiente manera: planificar ir al gimnasio siete días a la semana con dos días de pausa.