La empresa de hecho ya construye prototipos y espera lanzarlos a volar en el plazo de un año.

El CEO de Boeing Dennis Muilenburg lo tiene claro. La transformación que experimenta el transporte está llevándose a cabo mucho más rápidamente de lo que se creía hace solo un par de años. Tal vez por eso, en el marco de la GeekWire Summit, celebrada en Seattle, Muilenburg se ha permitido lanzar un vaticinio arriesgado.

El CEO de Boeing cree que en el plazo de cinco años veremos coches voladores autónomos surcar el cielo. Durante la conferencia el directivo habló sobre los planes de la compañía relativos a esta nueva categoría de vehículo. También sobre la importancia de las medidas de seguridad, esenciales en el diseño.

Muilenburg ha señalado que su empresa ya construye prototipos y espera lanzarlos a volar en el plazo de un año. Apunta asimismo que el uso de los coches voladores como meros vehículos de transporte será el primero. Esta es la aplicación que solo está a vista de cinco años. Pero después vendrán otras que irán más allá y tampoco tardarán mucho en llegar.

El ecosistema para controlar a estos nuevos vehículos incluye una normativa renovada y métodos de control del tráfico aéreo mejorados. Es aquí donde hay que trabajar con mayor ahínco si se quiere que la tecnología tenga un despliegue real.

Múltiples actores implicados

El coche autónomo, que se tildó de futurista en su momento, cuando en 2010 Google reveló las primeras pruebas, ahora se acepta como una realidad futura inexorable. Los plazos no están claros y tampoco cómo se hará el despliegue. Pero pocos dudan de que la tecnología llegará y que no tardará tanto como se pensaba hace unos años.

Lo mismo ha ocurrido con los coches voladores. Epítome compartido de las ilusiones futuristas acumuladas durante varias generaciones, esta idea cada vez toma mayores visos de realidad. Tal vez no como se hubo imaginado, pero sí con su misma función. Serán más bien drones autónomos, helicópteros pequeños sin conductor.

En cualquier caso, la idea marcha hacia delante con buen ritmo. Airbus tiene su propio programa, Vahana, que ya ha visto sus primeras pruebas. Y los nuevos gigantes de la aviación no tripulada, como la firma china Ehang , también se preparan. Esta compañía ha realizado ya vuelos con un pasajero con su modelo Ehang 184.

En algunos países se ha dado un importante impulso a este campo, como en Dubái o en Japón. En este último, una iniciativa estatal pretende promover los coches voladores reuniendo a más de una veintena de empresas y otras entidades para que contribuyan a fomentar esta tecnología.

Foto: Ehang