Hecha correctamente, puede ayudarte a descansar mejor, sin afectar tu sueño por la noche.
Las siestas en la tarde generalmente no afectan la calidad del sueño en la noche, en cambio si pueden llegar a ser muy reparadoras, así lo explica el Dr. Eric Olson, del Centro para Medicina del Sueño de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.
Sin embargo, hacerlo en el momento incorrecto del día o por más tiempo de lo recomendado puede ser contraproducente para la salud, por eso es importante entender los pros y contras de hacer la siesta y cuál es el momento justo para tomarla.
¿Cuáles son los beneficios de la siesta?
Dormir es una de las actividades más importantes, porque es en ese momento donde el cuerpo se recarga de energía para iniciar con mejor impulso las actividades del día a día. Cuando las personas no cuentan con tiempo suficiente para dormir en la noche, una siesta ofrece múltiples beneficios y así cuidará de su salud. Estos incluyen:
• Relajación
• Fatiga reducida
• Mayor estado de alerta
• Mejor estado de ánimo
• Mejor desempeño, incluyendo capacidad de reacción rápida y mejor memoria
¿Cuáles son los posibles inconvenientes de tomar la siesta?
Esta actividad no es para todos, a algunas personas simplemente se les complica dormir durante el día o les cuesta trabajo dormir en lugares diferentes a sus propias camas, que es lo que generalmente se requiere para la siesta. Puede también tener los siguientes efectos negativos:
• Inercia del sueño: las personas se pueden sentir mareadas o desorientadas después de despertarse.
• Problemas para dormir en la noche: las siestas cortas generalmente no afectan la calidad del sueño en la noche para la mayoría de las personas. Sin embargo, si la persona experimenta episodios de insomnio o la calidad del sueño en la noche disminuye, hacer la siesta puede empeorar estos problemas. Siestas largas o frecuentes pueden interferir con el sueño nocturno.
¿Cuándo se debe considerar hacer la siesta?
Puedes brindar un tiempo a la siesta sí:
• Te sientes fatigado, cansado o tienes somnolencia inesperada
• Vas a tener una pérdida de sueño, por ejemplo, si ese día tienes un turno largo de trabajo
• Quieres introducir las siestas planificadas en su rutina diaria
¿Es posible que un repentino aumento de necesidad de hacer la siesta indique un problema de salud?
Si últimamente estás necesitando hacer la siesta y no hay una posible causa que se te pueda otorgar a esa nueva fatiga, es recomendable comentarlo al médico de confianza. Puedes estar tomando un medicamento que te produzca somnolencia o cansancio, puedes tener un desorden en el sueño o incluso una condición médica que está interrumpiendo el sueño en la noche.
¿Cuál es la mejor manera de hacer la siesta?
Para sacarle el mayor provecho a tu siesta, sigue los siguientes consejos:
• La siesta debe ser corta: el tiempo ideal es entre 10 y 20 minutos únicamente. Entre más larga sea, mayor es la probabilidad de sentir mareo o desorientación al levantarse.
• Tomar la siesta en las tardes: el mejor momento del día es usualmente después de almuerzo, alrededor de las 2 o 3 de la tarde. Este es el momento en el que se experimenta la somnolencia después del almuerzo o un estado de alerta menor. Adicionalmente, las siestas que se toman a esta hora interfieren en menor medida con el sueño nocturno. Debes tener presente que factores individuales – como la necesidad de dormir y el horario que se tiene establecido para esta actividad – pueden también jugar un papel determinante en el momento ideal para una siesta.
• Hazlo en un ambiente de descanso: la siesta debes hacerla en un espacio donde no haya ruido y preferiblemente en un lugar oscuro con una temperatura cómoda y pocas distracciones.
Después de la siesta, debes apartar un tiempo para despertarte del todo antes de continuar con las actividades del día –particularmente para aquellas que requieren concentración y respuesta rápida y aguda.