Proyectos y campañas que se encuadran en la era digital recurren a la robótica, al software o a la investigación biomédica para facilitar el proceso de la donación.

El Día Mundial del Donante de Sangre, establecido como el 14 de junio por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una jornada para reflexionar sobre la necesidad constante que los hospitales tienen a este respecto. Es un día para concienciar sobre ello y lograr que más gente se sume a este beneficioso hábito.

La innovación tecnológica, que todo lo toca en estos días, no podía dejar de ocuparse de este terreno. Y es que, proyectos y campañas que se encuadran en la era digital recurren a la robótica, al software o a la investigación biomédica para facilitar el proceso de la donación.

Llegar hasta los donantes

Encontrar donantes de sangre es difícil. Solo hay que ver los autobuses de la Cruz Roja parados en la calle en busca de personas dispuestas a donar. Las donaciones se pueden hacer en los hospitales, donde después se utiliza la sangre, pero, como no hay suficiente, hay que salir a buscar más reservas fuera.

Los autobuses son los lugares donde se llevan a cabo los procesos de extracción. Pero también son gigantescos paneles publicitarios que invitan a donar. Hacer publicidad es algo necesario en este campo, y las redes sociales pueden contribuir a llegar a donantes potenciales.

Una campaña en redes sociales es más barata que una de publicidad tradicional y el público se segmenta con mayor exactitud. Hace unos años el propio Facebook creó una publicación donde se pedían donantes de sangre en función de las necesidades de cada zona. Así, los usuarios no solo se podían enterar de que se les necesitaba sino que podían compartir el mensaje con sus amigos. Esta interconexión entre usuarios y contactos es la base de cualquier campaña que aspire a ser viral. También de una dedicada a la donación de sangre.

Encontrar las venas fácilmente

Algunas personas cuyas venas no se encuentran muy visibles sienten más respeto del habitual hacia las agujas. De hecho, ni siquiera hace falta que sus venas sean difíciles de encontrar. Hay gente a la que, sencillamente, no le gustan los pinchazos. Y estos se complican cuando no se da con la vena a la primera o la sangre no fluye hacia la jeringa.

Ante esto, la Cruz Roja Australiana llevó a cabo el desarrollo de una tecnología para visualizar de forma eficaz las venas del brazo. La tecnología se compactó en un dispositivo portátil, que proyecta sobre la superficie de la piel una imagen de las venas, obtenida mediante infrarrojos. Los responsables del proyecto apuntan que esto reduce la ansiedad del donante y mejora el confort durante la donación, con lo que estas personas son más propensas a volver a donar.

Un robot para automatizar la extracción de sangre

La donación de sangre también se automatiza. El robot Veebot se ha creado para acelerar y simplificar el proceso de extracción. En un principio, la máquina está destinada a efectuar análisis de sangre, reduciendo el proceso a un minuto de duración. Su precisión a la hora de identificar la mejor vena es del 83%. Y lo cierto es que con estas características no se hace difícil pensar que un día este robot podría servir para la donación y ser un método generalizado.

Sangre artificial

Este es el santo grial de la donación de sangre. Si se pudiera encontrar un sustitutivo para la sangre se eliminarían muchos de los problemas que provoca la escasez de donantes. El proyecto de un equipo de científicos chinos es una muestra de las investigaciones que se están llevando a cabo con este propósito.

Los investigadores envasaron hemoglobina en polidopamina, conocida por sus aplicaciones en el campo médico. Este compuesto era capaz de transportar de forma efectiva el oxígeno, mientras que prevenía la indeseada formación de metahemoglobina y de peróxido de hidrógeno. La sustancia causa un mínimo daño celular y actúa como un antioxidante efectivo. Son resultados prometedores, aunque aún queda camino por delante para sustituir a la donación.