Se trata de un desarrollo del Vall d’Hebron que evita que las células tumorales se expandan.
Se ha creado un nuevo fármaco que bloquea las proteínas que coordinan la respuesta del sistema inmunológico. Estas proteínas se conocen como LIF (citoquinas) y se encuentran en muchos tumores, provocando la proliferación de las células tumorales y desactivando la alarma del sistema inmune.
El nombre del fármaco es MSC-1 y ha sido desarrollado por Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). MSC-1 evita que las células tumorales se expandan y causen metástasis o recaídas y activa el sistema autoinmune para reducir el tumor.
La revista Nature informó ayer de la creación de MSC-1 y su éxito en el bloqueo de LIF, según se ha demostrado en modelos animales.
Las fases preclínicas ya han sido superadas con éxito por el medicamento. En esta fase del proceso se consiguió infiltrar las células T del sistema inmune en los tumores para atacarlos y eliminarlos, por lo que se ha llevado al siguiente nivel y se están realizando ensayos clínicos.
Los beneficiados del descubrimiento, por el momento, son 40 pacientes repartidos entre Barcelona, Nueva York y Toronto, en los hospitales Vall d’Hebron, Memorial Sloan Kettering y Princess Margaret, respectivamente. Aunque está previsto iniciar un segundo ensayo clínico con 150 pacientes este mismo año, según La Vanguardia.
Se estima que la proteína que se ha conseguido bloquear es la responsable de favorecer la progresión de alrededor del 80% de los cánceres de páncreas, el 60% de los glioblastomas, el 35% de los de ovario, el 15% de los de pulmón y posiblemente porcentajes más bajos de otros tipos de tumor, según El Periódico.
El hecho de que MSC-1 no tenga efectos secundarios permite que pueda ser combinado con otros tratamientos contra el cáncer, como quimioterapia o inmunoterapia. La combinación de tratamientos podría reducir la probabilidad de que el cáncer se vuelva resistente a los fármacos.
Queda pendiente investigar en qué fase de la enfermedad es mejor iniciar el tratamiento, ya que los primeros ensayos clínicos se han realizado en pacientes con cáncer avanzado.