La firma tecnológica Cambridge Consultants ha creado un robot que puede operar de cataratas con una precisión milimétrica.
Pablo G. Bejerano, Think Big. La precisión es una de las virtudes que tiene que tener un buen cirujano. Y en este aspecto a los robots no les es fácil competir. La motricidad de las máquinas es complicada de orquestar y los movimientos que una persona hace de forma natural, en ellas aparecen bruscos, sin mesura. Sin embargo, el robot que han creado en la compañía tecnológica Cambridge Consultants llega a tal nivel de precisión en sus movimientos que está preparado para ejecutar operaciones de cataratas.
En una operación de cataratas hay que cortar y extraer el cristalino, una especie de lente que ha perdido translucidez con el tiempo. Después de retirarlo se coloca una lente artificial, pero el proceso más complejo es el primero. Cuando se está practicando un corte, este tiene que ser exacto y el bisturí no puede llegar a la siguiente membrana. Si esto pasa se puede provocar que el paciente se quede con visión borrosa.
Es uno de los motivos por los que en Cambridge Consultants –una compañía creada a mediados del pasado siglo por graduados de la Universidad de Cambridge– han desarrollado Axsis. Un robot cuyos brazos terminan en pinzas (aunque en las operaciones se sustituirán con bisturís) y pueden barrer un espacio de 10 milímetros: el tamaño de la lente del ojo. Los movimientos del robot están limitados por software, de manera que el extremo de los brazos no puede llegar a tocar la membrana inmediatamente posterior al cristalino.
Pese a los avances en precisión lo cierto es que los brazos los maneja un cirujano por control remoto con ayuda de dos joysticks que ofrecen una respuesta háptica. El médico ve los movimientos de Axsis en una pantalla donde la imagen está ampliada, con lo que puede observar con más exactitud lo que ocurre en el ojo.
Además de aligerar las operaciones de cataratas, de las que se realizan unos 20 millones anualmente, el punto fuerte del robot es la precisión. Aunque es cierto que el nivel que han alcanzado las técnicas avanzadas de cirugía por láser ya ofrece mayores garantías que el corte mediante un bisturí manejado a mano.
En cualquier caso en Cambridge Consultants no se quedan en la operación de cataratas sino que también piensan en otros posibles usos médicos para su máquina. Uno de ellos es el cuidado del estómago. En las endoscopias el tubo que entra hasta este órgano solo sirve para inspeccionar. Si existe un problema grave se opta por un tratamiento, que puede llegar a la cirugía si fuera necesario. Sin embargo, a veces dentro del estómago se encuentran elementos que convendría extraer, aunque no su existencia no sea grave. Si se agregaran las pinzas de Axsis al final del tubo, la endoscopia también serviría para limpiar el órgano.