Basándose en la teoría psicoanalítica, el psiquiatra suizo Max Pulver la divide en tres sectores que representarían los tres estados de la estructura de personalidad de Freud.
La firma es un trazo más o menos legible, único, que cada persona hace suyo. Se trata de una representación gráfica de uno mismo, por lo que está repleto de señales que dan cuenta de cómo somos, qué tipo de personalidad tenemos y cómo reaccionamos ante determinadas situaciones.
La grafología se ha dedicado a estudiar la relación entre un trazo y una determinada conducta, lo que se nutre de bastantes teorías, como las del psicoanálisis de Freud. Para el análisis, se consideran factores como la dirección y ubicación de la firma, las rayas, círculos, tipos de letras, etc.
“Lo trazado es tan importante como lo que no está. Es importante saber qué predomina, si las curvas, las rayas, las rectas y/o el óvalo, para esclarecer qué actitud tiende a tomar la persona frente a situaciones de la vida diaria”, asegura la docente del Taller de Firmas de la Universidad del Pacífico, Paula Cerda.
Según la especialista, una de las maneras más fáciles de saber qué dice la firma de una persona es viendo qué zona es la más predominante. Según el psiquiatra suizo Max Pulver, basándose en la teoría psicoanalítica, la firma se puede dividir en tres sectores que representarían los tres estados de la estructura de personalidad de Freud.
La zona superior refleja el ‘Súper yo’, que representa la conciencia moral, cualidad dependiente de los valores adquiridos y administrada por la razón. Tiene que ver con el idealismo, la intelectualidad y el consciente. La zona media muestra el ‘Yo’, dando cuenta de la habilidad para adaptarse a la realidad e interactuar con el mundo exterior de una manera equilibrada según códigos de urbanidad. Si tienes este sector muy ampliado, quizás hayas caído en el egocentrismo. Mide la presencia de cualidades como el altruismo, la sociabilidad, la audacia, etc. Y la zona inferior o el ‘Ello’, son los impulsos, necesidades y deseos más elementales. Observa las tendencias materiales, las necesidades orgánicas, la sexualidad, el inconsciente.
Otra de las maneras de analizar la firma es fijarse en qué figura predomina más. ¿Las curvas? ¿Las rectas? ¿Pones un punto al final?
De acuerdo al psicólogo alemán, Erich Wartegg, cuando predominan las rectas, refleja que el sujeto tiene procesos cognitivos claros y siempre elegirá lo más simple. Cuando prevalecen las curvas, indica que la persona se va adaptando a los cambios y es flexible, tanto de pensamiento como de acción. Cuando resaltan los ángulos, con líneas que cambian drásticamente de dirección, señala por un lado la decisión, claridad de pensamiento y firmeza, pero por otro lado también acusa intransigencia. Son individuos que generan tensión, pero que también son perseverantes y no se rinden fácilmente si algo los obliga a redireccionarse. Finalmente, cuando una persona firma y termina con un punto, indica que presta atención a los detalles y que necesita sentirse segura.
Tips para analizar una firma
La grafología cuenta con varias teorías que se van complementando entre sí. La Profesora de Neuroescritura y Perito Calígrafo y Grafológico, Paula Cerda, enumera seis características para analizar en tu firma con el objetivo del autoconocimiento:
1. Tipo de firma: Si tu firma es diáfana (legible), quiere decir que posees claridad mental y te presentas al mundo de manera transparente, interactuando sin blindajes. Si, por el contrario, tienes una rúbrica tipo maraña, es decir, una mezcla de puros trazos entrelazados, indica que en situaciones estresantes vives un caos interno, que eliges siempre lo complejo, las relaciones más tortuosas, por ejemplo. Además, proteges la información que das de ti mismo a los demás y sólo te expones en ambientes que te generan confianza. En tanto, si tu firma es legible pero a la vez tiene adornos u otros elementos, se trata de una firma con inclusión rúbrica, lo que significa que te mueves con cautela y prefieres observar el medio, controlando qué es lo que dice y lo que no.
2. Ausencia de tipografía script o imprenta: Lo recomendable es tener una firma con letra manuscrita, lo que demuestra que eres una persona transparente. Si por el contrario firmas con letra IMPRENTA o script, quiere decir que cuidas la imagen que muestras a los demás, pudiendo incluso ocultar tu verdadera cara.
3. Tamaño de la firma: Si tu firma es de tamaño medio, indica que aceptas las normas y que tienes capacidad para proponer ideas y trabajas bien en equipo. Si la firma es grande, señala que tienes un autoconcepto definido y que sólo ante situaciones de confianza estás dispuesto a ser evidente en el medio.
4. Inclinación axial: Implica analizar hacia qué lado se concentran los elementos de la firma. Si la firma se inclina para el lado izquierdo, indica que prefieres ceñirte a lo conocido, a lo realizado, que avanzas pero miras siempre el pasado. En tanto, si la firma se va más hacia la derecha, quiere decir que te atraen las tendencias nuevas y vanguardistas, que prefieres innovar y mirar hacia el futuro. Si está equilibrada para ambos lados, es que haces un equilibrio entre lo aprendido en el pasado y lo que deseas en el futuro, con una disposición a esforzarte a cumplir compromisos y responsabilidades, con templanza y autorregulación.
5. Ubicación de la firma en la hoja: Si generalmente firmas en el lado izquierdo o en la primera columna de la hoja, demuestra que eres una persona que revisa el pasado permanentemente, que no te gusta lo nuevo y tampoco innovar. Si firmas entre la segunda y tercera columna hacia la derecha, indica que te gustan las nuevas tendencias y explorar ambientes desconocidos para integrarte sin mayores problemas.
6. Presión – Visado: La presión se refiere a si cargas con mucha fuerza el lápiz al firmar. Si la presión es media–alta, indica que tienes un buen caudal energético y bien administrado. Por otro lado, cuando a la firma le quedan algunas partes con poca tinta, esto se llama visado, que simboliza el cansancio o que en momentos tienes bajas importantes de energía.