El dispositivo fue el fruto de un accidente y ayuda a los usuarios a distinguir profundidades, tonos y colores que normalmente no podrían distinguir.
Antonio Sabán, Think Big. Los accidentes o desviaciones en investigaciones rara vez producen resultados en investigaciones, ya que las cosas no suceden por arte de magia, sino que los frutos llegan siguiendo procedimientos lógicos. Sin embargo, algunas veces la realidad ofrece una ración de suerte, como en el caso de Don McPherson, que tras inventar unas gafas destinadas a proteger la vista de cirujanos de láseres y a ofrecer mayor precisión para distinguir el tejido humano, descubrió, tras dejar una unidad a un amigo daltónico, que podía ver el color naranja en conos de tráfico.
Aunque McPherson no sabía mucho sobre daltonismo, comenzó a documentarse sobre el problema para, en el futuro, poder comercializar gafas para daltónicos en una compañía que más tarde llamaría EnChroma. Para ello solicitó una beca para estudiar en los National Institutes of Health, donde trabajó con ópticos y Andrew Schemeder, con el que se unió para hacer realidad el proyecto. Más tarde se unieron a Tony Dykes, un experimentado experto en negocios que ayudó a fundar EnChroma en 2012. El problema al que se enfrentaron es que al comercializarlas por US$ 700, no tuvieron el éxito esperado.
Al alto precio se sumó que no eran aptas para prescripciones en ópticas, por lo que empezaran a trabajar en ambas problemáticas. Para ello contrataron a un fabricante que posibilitaría costes de producción más bajos y que produjera un tipo de cristal modificado para ser apto en ópticas, tras un largo período de investigación. El nuevo modelo se comercializó con un precio base de US$ 330, con otros modelos alcanzando los US$ 430.
Esta vez la publicidad sí ayudó, con usuarios grabándose y compartiendo vídeos de cómo veían colores por primera vez, una experiencia emocionante. Según científicos y ópticos críticos, no se puede decir que las gafas sean una cura efectiva para el daltonismo, y está claro que no lo son, por su efecto temporal. Lo que es innegable es la gran ayuda que esto ofrece a personas con daltonismo, que en casos extremos sólo son capaces de ver en blanco y negro. Normalmente, ayudarán a apreciar mejor los tonos y la profundidad y los colores verdosos y rojizos.