Son capaces de sentar las bases de un experimento en 20 minutos, mientras que a una persona le tomaría un día completo.
Los organoides son una especie de mini-órganos humanos, una réplica de menor tamaño que los órganos de nuestro cuerpo. Realmente no son exactamente una reproducción a escala, pero se comportan igual que los órganos auténticos. Su equivalencia con los tejidos humanos permite que se empleen en investigación y en el descubrimiento de tratamientos.
Así, estos organoides son una forma cómoda de experimentar con cierta precisión algunos tratamientos. Pero para esto primero hay que desarrollar estos tejidos. Se hace mediante células madre y lo hacen investigadores. El proceso aún tiene mucho de manual, por eso un equipo de científicos de la Escuela de Medicina en la Universidad de Washington, en Seattle, ha creado un nuevo sistema que podría dar un vuelco al desarrollo de estos organoides.
Desde hace poco se ha descubierto que es posible crear estructuras tridimensionales con células madre , los organoides. Pero las posibilidades se ven limitadas por la capacidad de producción de estos tejidos. El equipo de científicos de la Universidad de Washington, sin embargo, han creado unos robots que pueden automatizar la creación de los tejidos.
La capacidad de producción de uno de estos robots es significativamente mayor que la de un investigador. Sentar las bases de un experimento que una persona tarda todo un día en hacer, la máquina lo hace en 20 minutos.
Además, los científicos apuntan que el robot no se cansa, como una persona, y no comete errores. Al fin y al cabo, la creación de organoides es una tarea repetitiva. Y nadie duda a estas alturas de que las máquinas realizan con más efectividad este tipo de trabajo, incluso aunque se trate de un sector tan crítico como la investigación médica.
Los investigadores también han enseñado a sus robots a analizar los organoides que producen. De esta forma, pueden saber el tipo de células que se encuentran presentes en estos tejidos, para mejorarlos en el futuro. Por el momento se han realizado experimentos con células de riñón.
El desarrollo de estos científicos está relacionado con la impresión en 3D de tejidos y órganos. No se trata de la misma técnica, pero ambos sistemas trabajan con células madre. Aunque en este caso el objetivo es meramente experimental, mientras que la ambición de la bioimpresión 3D es poder servir directamente como remedio médico.