Uno de los mayores prejuicios que existen sobre los adultos mayores es que no pueden trabajar porque padecen de muchas enfermedades.
Cada vez habrá más adultos mayores en la población mundial, y Chile no se escapa de este fenómeno. Las bajas pensiones muchas veces obligan a los de la tercera edad a continuar trabajando o a reincorporarse al mercado laboral. ¿Qué está pasando en Chile con esta situación?
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPALSTAT), la proyección de incorporación o permanencia del adulto mayor en el mercado del trabajo en 2010 era de 54,7%, mientras que para el 2020 se acercará a 60%, para aproximarse al 100% en 2050.
“El mercado laboral empieza a identificar a la tercera edad como un grupo significativo de consumidores. Sin embargo, dada la condición de sobrevida, las bajas pensiones y, por sobre todo, la vitalidad con que enfrentan ‘los años dorados’, se ha transformado en una generación que está presionando al mercado del trabajo, llegando inclusive a ser competencia de los jóvenes, en su mayoría estudiantes universitarios, en labores como empaques, garzones, reponedores y acomodadores de autos”, explica el coordinador académico deIngeniería Comercial de la Universidad del Pacífico, René Rivera.
Uno de los mayores prejuicios que existen sobre los adultos mayores es que no pueden trabajar porque padecen de muchas enfermedades. De hecho, según un estudio del Servicio Nacional del Adulto Mayor de 2013, el 78% de las personas piensa que los adultos mayores no pueden valerse por sí mismos, siendo que otras estadísticas muestran que sólo un 21,4% de este grupo presenta alguna dependencia funcional.
“La principal característica del adulto mayor es la independencia que ha logrado de su familia y la autovalía económica y de traslado asumida. Hoy en día el adulto mayor está predispuesto a continuar inserto en la vida laboral y a recorrer el mundo. Además, utiliza la tecnología de la información para mantenerse comunicado e informado con su familia, nietos, hijos, y accede a las redes sociales”, apunta Rivera.
Además, los adultos mayores chilenos esgrimen que, más allá del beneficio económico del trabajo, lo hacen para mantenerse activos y sentirse útiles. Esto sería clave a la hora de considerar los principales beneficios que tiene el contratar a una persona mayor en una empresa. Entre las ventajas más notorias, elcoordinador académico de Ingeniería Comercial de la Universidad del Pacífico, René Rivera, describe las siguientes:
- Mejor servicio o calidad de atención al cliente: Un adulto mayor cuenta con un mayor “recorrido” laboral, además de tener la capacidad para distinguir entre las demandas de los usuarios v/s el cumplimiento en la calidad del producto o servicio ofrecido por la organización.
- Mayor estabilidad laboral: La persona adulta asume mayor responsabilidad frente al empleo, lo que se traduce en una priorización positiva del trabajo y en una baja tasa de ausentismo laboral. Además, tienen una mayor estabilidad laboral y continuidad del servicio, al entender que las oportunidades de trabajo son restringidas.
- Creatividad frente a problemas: La larga experiencia laboral les entrega un hándicap de creatividad, con el cual pueden hacer frente a situaciones imprevistas que se presenten.
- Más concentrados: Cumplen con la jornada de trabajo, son más eficientes y tienen menor tentación a entrar a las redes de comunicación y tecnología que un joven o adulto joven.
- Beneficios económicos: En general, los adultos mayores tienen menor exigencia de renta que los más jóvenes. Desde la óptica de los costos de capacitación e inducción al trabajo, la organización no incurre en mayores gastos al incorporar un capital humano con vasta experiencia laboral y cultura organizacional.
- Vinculación con el mundo real y la Responsabilidad Social Empresarial: La empresa, al contratar adultos mayores, apoya la calidad de vida y expectativas de quienes están en condiciones de seguir aportando al desarrollo del país.
Las desventajas
Según el especialista de la U. del Pacífico, lo más probable es que las desventajas no logren superar a las ventajas de contratar adultos mayores, pero sí existen algunos elementos que sería conveniente tener en cuenta:
La tercera edad es poco proclive al cambio y prefiere ambientes más estructurados. Desde el punto de vista físico, existe un natural deterioro biológico que en determinadas funciones afectaría la eficiencia del adulto mayor en el trabajo.
La corta vida laboral que les queda a los adultos mayores no les permitiría una proyección de una carrera. No podrán cumplir funciones donde el esfuerzo humano o fuerza sea una condición de acceso al trabajo.