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Estos son los factores de riesgo en los seguros médicos
Martes, Marzo 6, 2018 - 16:00

Según un informe de la firma Aon, los costos médicos seguirán aumentando por factores como el envejecimiento, declive general de la salud y los malos hábitos de vida.

Las condiciones principales que impulsan los reclamos médicos tanto empresariales como personales son las enfermedades degenerativas no transmisibles, entre las que destacan cáncer, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y osteomusculares.

De acuerdo con el Informe Global de Tendencias Médicas 2018 de Aon, las enfermedades no contagiosas continúan siendo las principales situaciones médicas que generaron un alto índice siniestral a nivel global y entre los factores que las provocan destaca “una vida poco saludable y mala alimentación, lo cual eleva la posibilidad de reclamos médicos a futuro: presión arterial elevada, considera 78% de los países encuestados; sedentarismo físico (49%) y obesidad (48%), aumentando su riesgo con el consumo de alcohol y tabaco”.

A la par de los reclamos, se halla un aumento de precios a nivel global en los servicios médicos, que para el 2018 se prevé que sea de 11,8%, 1,5 puntos porcentuales más en comparación con el 2017, cuando el alza fue de 10,3 por ciento. Para Latinoamérica se espera un alza mayor, de 13,9 por ciento.

La firma prevé que los costos médicos sigan aumentando debido a factores como “el envejecimiento de la población mundial, declive de la salud de forma general, adopción de malos hábitos de vida en países en desarrollo y el continuo cambio y transferencia desde programas sociales hacia una mayor utilización de programas patrocinados por los empleadores”, indica el documento.

La variación en los precios de la salud, agrega, es un rubro sensible para la economía de los países, debido al impacto que tiene en el presupuesto tanto de las compañías que procuran mantener los programas de salud para sus empleados, como para los hogares que individualmente cuentan con estos planes.

“La prevalencia de planes de salud patrocinados por empresas está aumentando en todos los países cubiertos por la investigación. Además de eso, el alcance en las condiciones ofrecidas por estos planes también está siendo ampliado (por ejemplo: mayores beneficios vitalicios, mayores subsidios para beneficios de maternidad, menos exclusiones en la cobertura, más tipos de procedimientos médicos en los planes”, explica la doctora Mónica Ham, directora adjunta del área de Siniestros y Beneficios para Empleados en Aon.

Por otra parte, los principales generadores de costos en planes de salud en Latinoamérica son aquellos que tienen que ver con la hospitalización, clínicas, laboratorios y medicamentos recetados, según indica 86% de los países encuestados de la región.

En cuanto a costos adicionales en planes de salud en Latinoamérica, el cáncer tiene una fuerte incidencia (según indica 86% de los países) así como la diabetes (67%) y los malestares cardiovasculares (62 por ciento).

¿Cómo disminuir el riesgo?

Las enfermedades no transmisibles están vinculadas directamente a estilos de vida modernos, explica el informe, y su incidencia puede ser reducida significativamente a través del cambio de comportamientos individuales y, para ello, influenciar tales hábitos constituye un desafío y una oportunidad para empleadores.

Para reducir los factores de riesgo, el estudio indica que la detección oportuna de las enfermedades es clave así como una estrategia de prevención que involucre activamente a empleados y población en general.

“En América Latina las empresas han elegido el wellness como su estrategia para minimizar los aumentos en los costos de la salud, que consiste en la implementación de programas para incentivar la actividad física y la nutrición saludable con actividades educacionales”, explica la firma.

Además, se fomentan exámenes de detección temprana de ciertas enfermedades y condiciones, haciendo énfasis en cáncer, especialmente para las patologías de mayor prevalencia en hombres y mujeres, mediante los chequeos médicos ofrecidos por el empleador con el fin de dar inicio de manera oportuna cualquier tratamiento médico requerido, sin esperar necesariamente a que la enfermedad se manifieste.

“Estos programas no deben pasar por alto el bienestar en el lugar de trabajo. El enfoque histórico de estas iniciativas ha priorizado el bienestar físico, pero lo que se está viendo actualmente es el bienestar general: abordar la problemática de la salud de una manera integral. Una visión holística puede generar mejores resultados en todas las dimensiones: emocionales, laborales, financieras, sociales, ambientales y físicas”, dice por su parte Mónica Ham.

La investigación fue realizada entre 98 oficinas de la firma en 98 países.

Autores

El Economista