La propuesta de unos investigadores mexicanos consta de la combinación de hipoglucemiantes orales, así como la mezcla de insulinas.
Una científica mexicana investiga la combinación de dos tratamientos intensivos para frenar y retardar la insuficiencia renal, retinopatía, neuropatía, cardiopatía y pie diabético, que son complicaciones de la diabetes mellitus, considerada como la primera causa de muerte en México.
En el marco del Día Mundial de la Diabetes, la investigadora del Instituto Politécnico Nacional, Mónica Griselda Arellano Mendoza, explicó a periodistas que los tratamientos para atacar este mal consisten en la combinación de hipoglucemiantes orales, así como la mezcla de insulinas.
De acuerdo con Arellano Mendoza, a través de estos tratamientos es posible tener un mejor control de los niveles de glucosa en la sangre y postergar las afectaciones propias de este padecimiento crónico degenerativo.
Mediante este protocolo, la especialista y su equipo de trabajo, evalúan los efectos de tres vías: el estrés oxidativo, el daño endotelial y la inflamación.
Este tipo de tratamiento también contempla el inicio de insulinización temprana o la aplicación de insulina y fármacos orales conjuntamente, "pero siempre tomando en cuenta las necesidades de cada paciente. Es como un traje a la medida que se debe ir ajustando para hacer más efectivos los tratamientos", detalló.
Incluso si los pacientes llevan a cabo el tratamiento con apego y promueven un ambiente epigenético (factores ambientales favorables constituidos por elementos funcionales, como buenos hábitos alimenticios, actividad física, no fumar ni beber alcohol), es probable que puedan disminuir la dosis farmacológica.
Para entender la alta incidencia de la diabetes, los investigadores realizaron un estudio con pacientes sin ninguna enfermedad clínicamente declarada, pero al hacer las pruebas metabólicas y de bioseguridad, se observó cierta susceptibilidad de desarrollar la enfermedad e inclusive corroboraron que 25 por ciento de los interesados en participar en el protocolo ya eran diabéticos sin diagnóstico.
Así fue como establecieron que el factor heredofamiliar es determinante para iniciar acciones de prevención.
Sin embargo, existe la posibilidad de poder regular esta carga genética y prevenir el desarrollo de la enfermedad o retrasar su aparición, para ello se requiere de la epigenética, la cual ayuda a regular la expresión genética y a lograr que los genes permanezcan apagados o bien, postergar la afección.
Finalmente, consideró que para reducir estas cifras se deben reforzar las políticas públicas de prevención, fortalecer las asignaturas que permitan a los médicos en formación detectar la enfermedad desde que inicia y abordarla apropiadamente en la clínica, así como impulsar la investigación orientada a buscar tratamientos de vanguardia como la terapia genética.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes se está convirtiendo en una epidemia mundial relacionada con el aumento del sobrepeso, la obesidad y la inactividad física.
Se calcula que las muertes por diabetes aumentarán más de 50 por ciento en los próximos 10 años y para 2030 será la séptima causa de muerte a nivel mundial.