Las empresas latinoamericanas están apostando a los programas a la medida para desarrollar habilidades en tiempos difíciles.
Satisfecho debió sentirse Carlos Fernández González, director general del Grupo Modelo de México,luego de ver los resultados del periodo 2008 -2009: un aumento neto de 15% en ventas y de 1,4% en utilidades.
Al parecer, la decisión de capacitar a sus altos ejecutivos en el PADI (Programa de Alta Dirección) de ITAM fue todo un acierto en época de crisis. Lo corroboran algunas escuelas de negocios que están buscando, a través de sus programas, trasmitir la necesidad de formación continua de quienes lideran una empresa.
Si bien la llegada de la crisis económica no fue algo dramático para las universidades en cuanto a la variación de sus matrículas en programas de Educación Ejecutiva, sí lo fueron los coletazos que se dejaron sentir en el primer trimestre de 2009, y que afectaron principalmente a los programas abiertos, los que disminuyeron un 34%. Los programas In Company, en cambio, aumentaron un 12% en el mismo periodo.
Ante este escenario de movilidad económica AméricaEconomía Intelligence realizó una nueva edición de su ránking de Educación Ejecutiva, que situó en primer lugar a la Fundación Dom Cabral de Brasil, la que recuperó su posición de 2008. Le siguen la chilena Adolfo Ibáñez y la IAE Business School de Argentina, que se mantuvo en el tercer lugar.
Estos resultados fueron obtenidos a través de la medición de cuatro dimensiones: cobertura de clientes, robustez de la oferta de programas, calidad de los profesores y la red internacional, índices que forman el estudio que compara la calidad de las escuelas de negocios de América Latina.
Cambio estructural
El principal legado de la recesión económica de 2009 fue el cambio en la estructura de la demanda y del comportamiento de las empresas como clientes de las escuelas de Educación Ejecutiva. Las compañías que operan en la región hicieron uso racional de su presupuesto para capacitación. En muchos casos no hubo disminución, pero sí se verificó que no se estuvieran desperdiciando recursos y se trabajó en gastarlos exactamente en aquellos planes considerados necesarios.
Como parte de las decisiones de invertir mejor el presupuesto, se optó por programas más cortos, junto con disminuir la cantidad de asistentes a los cursos. Además, las escuelas de negocios coinciden en que hubo un cambio en las preferencias de los ejecutivos.
Ahora hay una tendencia a desarrollar habilidades más blandas.“Ante la crisis hay un efecto emocional de inseguridad, que hace que las empresas reviertan este síntoma con programas de habilidades directivas”, dice Rafael Carrasco, director del Centro de Educación Ejecutiva de la Universidad Adolfo Ibáñez. Esto explica, en parte, por qué las escuelas año a año centran su mirada en fortalecer el segmento de Alta Dirección. Estos
programas aumentaron 4,5%, mientras que el número de asistentes bajó en 6% en comparación con 2009.
“La tendencia en el comportamiento del mercado fue buscar cursos y programas que tuvieran contenido en gestión de riesgos como liderazgo y estrategia”, dice Paulo Resende, director de desarrollo de Fundación Dom Cabral. Algunas se enfocaron en la estrategia, otras, en la optimización de costos.
“Se dejaron de lado cursos más tradicionales como la Administración de Recursos Humanos y Habilidades Comunicacionales porque se buscaron herramientas que les dieran ventajas ante la crisis”, dice Mónica Sacristán, directora de Extensión Universitaria y Desarrollo Ejecutivo del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Las áreas comerciales y estratégicas de las empresas recibieron más capacitación que otras que no se vieron afectadas por la crisis financiera.
Otra de las novedades observadas en esta edición del ránking fue la disminución de los programas de capacitación en el sector público. Esto se debió al fuerte recorte presupuestario que experimentaron empresas y servicios estatales en distintos países de América Latina. Ello afectó tanto a programas abiertos como In Company. Sin embargo, en contrapunto a esta tendencia está el caso del Servicio de Impuestos Internos de Chile(SII), que siguió el Diplomado en Liderazgo y Habilidades Directivas de la Universidad Católica de Chile.
La implementación de este programa,dirigido a las Jefaturas del SII, trajo consigo grandes beneficios. En primer lugar, la formación permitió que se realizara una supervisión efectiva en los distintos procesos de cambio interno que ha tenido el servicio durante los últimos años y, por otro lado, consiguió mejorar otros indicadores como el de clima organizacional.
La cultura del In Company está evolucionando. Si hace 10 años las empresas compraban los mismos programas que se ofrecían al público para llevarlos a sus lugares de trabajo, hoy es completamente distinto. Buscan tener programas más sofisticados y moldeados a sus necesidades, donde la demanda obliga a una mayor comunicación entre las compañías y las escuelas con el propósito de diseñar cursos y herramientas más cercanos a su realidad, sobre todo en tiempos difíciles.
“Si antes las empresas autorizaban de forma independiente a que sus trabajadores estudiaran lo que ellos quisieran, ahora contratan programas que respondan a sus necesidades reales. Hay más selectividad y menos presupuesto”, dice la directora de ITAM.
Ante la crisis hubo un efecto emocional de inseguridad, y muchas empresas buscaron revertirlo con programas de habilidades directivas.
Mirando al mundo
Uno de los saldos positivos de esta crisis fue la nueva visión que las empresas tienen de la Educación Ejecutiva. La contratación de estos servicios ya no es considerada un gasto, sino como
una inversión en su capital humano a largo plazo.
“Los clientes que mantuvieron su inversión en estos programas adoptaron una posición que les facilitó emerger de la recesión de mejor forma, y más rápido que sus competidores”, dice Stephen Burnett, decano asociado de Educación Ejecutiva de Kellogg School of Management, de Northwestern University.
Si bien América Latina cuenta con destacadas Escuelas de Negocios y ha mejorado el nivel de su Educación Ejecutiva, aún se trabaja intensamente para conseguir que mercados más consolidados como el europeo o el estadounidense fijen su mirada en universidades locales.
El persistente trabajo en internacionalización, que se traduce en alianzas y convenios con distintas escuelas del orbe para reforzar los planteles académicos, intercambiar conocimientos y globalizar la formación de los ejecutivos, da cuenta de cómo las escuelas buscan darse a conocer y consolidarse a nivel internacional. La delantera en este aspecto la llevan IAE Business School, acompañada de ITAM y la colombiana Universidad de los Andes,las que obtienen los mejores resultados en el indicador de internacionalización del ránking.
Un gran avance de las escuelas de negocios ha sido que empresas multinacionales con sus headquarters en otros países, formen a sus cuadros gerenciales en escuelas de América Latina. Gracias a la calidad y el prestigio adquirido, están confiando la realización de programas que antes sólo se hacían en universidades de sus países.
Actualmente las empresas buscan programas In Company más sofisticados que se adapten a sus necesidades corporativas.
El proceso de empoderamiento por el que están pasando las escuelas trae consigo una serie de estrategias de marketing focalizado con las que pretenden marcar pauta y abrirse un espacio fuera de la región. Para ello aumentaron la invitación a seminarios, cátedras y eventos donde incentivan a las empresas a continuar con ellas un proceso formativo.
Sin embargo, aún existen barreras que impiden a las escuelas insertarse de lleno en el terreno global. La más significativa es el idioma. Y es que, a pesar de que casi el 20% de los programas se imparten en inglés, sigue siendo difícil aumentar la oferta de cursos en este idioma manteniendo la calidad docente, dado que la mayoría de los profesores con más experiencia en las aulas no lo manejan.
Pese a esto, las escuelas latinoamericanas coinciden en que, desde el segundo semestre de 2010, se observa una rápida recuperación del mercado en cuanto a la contratación de programas y también al aumento en el número de matrículas. Y esto trae consigo también novedades en cuanto a los contenidos.
“Las compañías están volcando su atención a nuevas áreas como responsabilidad social empresarial, estrategias de innovación y cambios organizacionales a gran escala”, dice el decano de Kellogg School of Management. Con el retorno de la confianza en la economía mundial, las escuelas ya están viendo una mayor demanda en el desarrollo de programas corporativos para 2011.
Un gran avance de las escuelas denegocios ha sido lograr que las multinacionales formen a sus cuadrosgerenciales con ellas.
METODOLOGÍA:
CÓMO HACEMOS EL RÁNKING DE EDUCACIÓN EJECUTIVA
La versión 2010 del ránking de Educación Ejecutiva desarrollada por AméricaEconomía Intelligence evalúa cuatro dimensiones principales, a saber:
Cobertura de clientes (40%):
>Mide el tamaño de las empresas clientes, estableciendo por su monto de ventas si corresponden a pequeñas, medianas o grandes empresas. La integridad de los clientes se refiere a la relación armónica entre el tamaño de éstos. El índice de fidelidad evalúa a las empresas clientes más antiguas, de acuerdo a la antigüedad del centro de desarrollo ejecutivo.La variable de crecimiento hace referencia al porcentaje de nuevos clientes dentro del total de programas ofertados en el último año.
Robustez de la oferta (30%):
En la variable de amplitud se mide la distribución de cursos dirigidos a alta dirección, gerencia, profesionales y operaciones, premiándose a la parte alta de la pirámide.
La customización de los programas mide la proporción de programas abiertos, cerrados y universidades corporativas, bonificándose a las tipologías más customizadas. El índice de personalización busca a las aulas con un menor número de alumnos, mientras que el índice de innovación hace una revisión a las técnicaspedagógicas que desarrollan las escuelas dentro de la sala de clases.
Red internacional (20%):
Está definida por la calidad de las universidades con las cuales las escuelas de negocios poseen convenios para sus programas de educación ejecutiva, además del volumen de operaciones que realizan las escuelas fuera de sus sedes, el número de países y ciudades que cubren, su inclusión en las alianzas de educación ejecutiva más importantes(SUMAQ y UNICON), y el número de sedes que larepresentan en el exterior.
Profesores (10%):
La dimensión de profesorado se encuentra compuesta por la calidad del claustro propio, medido de acuerdo a su último grado académico.
Repecto del faculty visitante, su calidad se midió de acuerdo al prestigio de la universidad de donde proviene cada uno de ellos.Los resultados de cada dimensión evaluada se ponderaron por su respectivo factor, mediante una ecuación lineal que arroja el puntaje final que determina la ubicación de cada escuela en el ránking de Educación Ejecutiva 2010.
Las fuentes de información corresponden, en su totalidad, a las respuestas enviadas por los propios centros de desarrollo ejecutivo, a través de un cuestionario.