La ciencia te da respuestas a muchas cosas, y ahora es el turno de aprender a lograr tus metas con estas tres estrategias.
Por Gabriela González para Think Big. Cada vez que se acerca el fin de año comenzamos a recapitular sobre lo que hicimos y lo que no. Recordamos cuáles eran nuestras metas y resoluciones cuando inició el año y muchas veces nos damos cuenta que la mayoría de ellas no fueron logradas. Esto no tiene que ser motivo de tristeza, todo lo contrario, siempre se podrá seguir intentando. Quizás, lo ideal en año nuevo es formar estrategias que nos ayuden a lograr lo que queremos de una vez por todas.
Benjamin Harkin de la Universidad de Sheffield y sus colegas, hicieron 138 estudios con 19.951 participantes a los cuales se monitoreó mientras intentaban lograr metas relacionadas con la salud, como perder peso, dejar de fumar o cambiar su dieta. Los resultados mostraron un patrón de tres pasos que todos podemos seguir para ayudarnos a conseguir nuestros objetivos.
Paso 1: observa tu progreso de cerca y con frecuencia
Lo primero que hay que hacer es proponerse metas que se puedan medir. De esta forma se podrá monitorear todo lo que se va logrando. Por ejemplo, digamos que quieres aprender a hablar inglés como meta. Esta idea está muy bien pero no se puede medir porque hay muchos pasos antes para llegar a un nivel en el qué hables inglés. Así que las metas que se pueden medir serían “averiguar sobre cursos”, “inscribirse en el curso que me guste”, “ir a la primera clase”, etc.
Con metas como estas que son a corto plazo, se puede observar el progreso con más cuidado usando cualquier método que nos funcione: crear un calendario de tareas pequeñas donde todos los días se dedique un poco de tiempo para llegar a la meta y no faltar ni un solo día para evitar romper la cadena. O, hacer una lista de cosas hechas, en lugar de cosas por hacer.
Paso 2: los ojos en el objetivo
Aunque dividir una meta en tareas pequeñas manejables es necesario para que comencemos y no se vea como algo imposible de hacer, siempre hay que mantener los ojos en el premio y medir qué tan cerca estás de lograrlo. Esto quiere decir que no tienes que ser tan estricto con la forma en que trabajas para llegar a tu meta.
Siguiendo con el ejemplo de aprender inglés, quizás planificaste que de lunes a viernes asistirás a una clase de dos horas y durante los fines de semana repasarás lo que aprendiste durante la semana. Pero esta rutina no tiene que ser exactamente igual siempre porque habrán días en los que no puedes cumplir con ella. Es aquí cuando podrías cambiar la forma en la afrontas el objetivo, siempre y cuando cumplas con tu meta final: hablar inglés.
Paso 3: declara tu objetivo de manera pública
Aunque algunos piensan que deben mantener en secreto sus metas para que se den, se comprobó en estos estudios que mientras más público seas con tus objetivos, más ganas tendrás de ocuparte de ello. Esto sucede simplemente porque forma presión social lo que creará una especie de responsabilidad para con los demás; después de todo, siempre queremos vernos bien frente a otros.
Puedes usar las redes sociales para anunciar tu meta, o quizás crear un grupo de otras personas que estén aprendiendo lo mismo. También se pueden usar sitios web donde los usuarios hacen públicos sus objetivos, así sean de perder peso o de aprender alguna nueva habilidad. De las mejores opciones son Giveit100.com y Bucketlist.org.
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