La falta de estímulos auditivos al interior de las incubadoras en un hospital, puede llevar a un menor desarrollo del bebé. Tanto en su corteza cerebral como en peso 

Los bebes prematuros necesitan ser colocados en incubadoras. Este procedimiento es utilizado ampliamente en los recintos de salud, ya que no sólo los mantiene calientes, pero los protege contra las infecciones y otras enfermedades. De acuerdo a un investigador, los bebés además necesitarían un estimulo auditivo, que les permitiría tener un mejor desarrollo para el aprendizaje.

Amir Lahav, profesor asistente de pediatría de la Facultad de Medicina de Harvard, hizo una presentación en la reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAs) de este año recientemente, donde comparó a las incubadoras de los  prematuros con mazmorras, ya que asegura que estos ambientes cerrados los llevan a  desarrollar discapacidades de aprendizaje.

Lahav junto a su equipo desarrollaron un experimento, en el que se pidió a las madres de bebés prematuros grabar algunos de sus sonidos como voz y latidos del corazón. Estos audios fueron luego reproducidos por altavoces en las incubadoras de los respectivos bebés, para simular todo lo que hubiesen oído en la última etapa de la gestación de no haberse adelantado su nacimiento.   De acuerdo a Lahav, los resultados mostraron que los bebés tenían una corteza auditiva mayor al alta que otros bebés prematuros que no fueron expuestos a las grabaciones y que pesaban más. También, respondieron con mayor claridad a las señales auditivas, particularmente de las mujeres.

Los investigadores reconocen la importancia de la incubadora para la salud del bebé, pero remarcan que no están pensadas para fomentar su correcto desarrollo cerebral. Según la investigación, los bebés en esa etapa se están desarrollando muy rápido y una de las cosas que están aprendiendo, es el procesamiento del sonido.  Al estar privados de los primeros sonidos que procesa su cerebro, los prematuros generan una discapacidad en las áreas auditivas de aprendizaje.  Lahav asegura que el ambiente de un vientre y una incubadora son demasiado diferentes y se debería hacer un cambio al respecto.