Así, gerentes con personalidad fuerte pueden suponer vulnerabilidad o propiciar conductas que provoquen bloqueos ante transformaciones ambientales.

Jan Ketil Arnulf, investigador de la BI Norwegian Business School, publicó un estudio sobre cómo los gerentes con fuertes rasgos de personalidad influyen en la capacidad de los equipos directivos para adaptarse rápidamente o no a las transformaciones de su entorno. 

Esto, en un contexto en que las empresas requieren versatilidad para adaptarse a eventuales y repentinos cambios. De hecho, muchas compañías han desaparecido por carecer de esa característica. Así, los gerentes y equipos de gestión deben ser ágiles para decidir la implementación de políticas de adecuación al nuevo escenario.

En este sentido, el académico constató que los gerentes con rasgos de personalidad fuertes pueden suponer vulnerabilidad o, más concretamente, propiciar conductas que provoquen bloqueos ante cambios circunstanciales. Por otra parte, concluyó que la extroversión puede suponer la imposibilidad de estar tranquilos o que la introversión tenga alcances de dificultades comunicativas. 

Según informó Tendencias21, la investigación de Arnulf se centró en una empresa de marketing en la que se efectuó un seguimiento a diez equipos de gestión diferentes, con un total de 60 directivos. El sondeo duró tres años.

El profesor aplicó el test de personalidad 16PF5 de Cattell, que evalúa 16 características de la personalidad y de la inteligencia: afabilidad, razonamiento, estabilidad emocional, dominancia, animación, atención a las normas, audacia social o atrevimiento, sensibilidad, vigilancia, abstracción, privacidad, aprensión, apertura al cambio, autosuficiencia, perfeccionismo y tensión. 

Con esa metodología, el estudio arrojó que los rasgos de personalidad más fuertes redujeron la flexibilidad de los equipos en su modo de hacer negocios, lo que fue una condicionante importante para los directivos en el período de análisis, en un contexto de significativas transformaciones del mercado.

"Los equipos con predominancia de fuertes rasgos de personalidad fueron más inflexibles que aquellos con rasgos marcadamente menos fuertes", asegura Arnulf. Los grupos de gestión cuyos miembros tenían un alto nivel de inteligencia y tolerancia al estrés, consiguieron mejores resultados.