Sus componentes ayudan a limitar la grasa que absorbe el cuerpo. Experto destaca que si bien no se conocen efectos secundarios complejos, hay que considerar que sí es posible enfrentar algunos desajustes.
Originario de China y de India, el té verde contiene más antioxidantes que los otros tipos de té. La medicina natural de ambos países utiliza constantemente este té para controlar sangrados, sanar heridas, ayudar a la digestión, mejorar la salud del corazón y de la mente y regular la temperatura del cuerpo.
Otros estudios asocian sus consumo con una mejoría en los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre, la memoria y en el funcionamiento de la mente, y hasta en la reducción del colesterol. Incluso unos experimentos realizados en la Mayo Clinic indican que el extracto del té verde ayuda a mantener a raya la leucemia (LLC).
A todo ello se suman las conclusiones de un reciente estudio que subraya sus buenas características para bajar de peso. Dirigido por expertos en alimentación de Penn State University, se llevó a cabo en ratones, que ya eran obesos al empezar el experimento.
Los investigadores les suministraron la misma dieta rica en grasa a dos grupos de ratones. Los ratones de uno de los grupos recibieron además Epigallocatechin-3-gallate (EGCG), un compuesto que se encuentra en el té verde, y subieron de peso 45% más despacio que el grupo de control, que sólo se alimentó con la dieta rica en grasa (sin EGCG).
“En el experimento, vemos que el ritmo en el aumento de peso disminuyó”, dice Joshua Lambert, profesor de Ciencia de la Alimentación y coautor del estudio. “Los resultados sugieren que complementar la dieta con té verde te hace engordar con más lentitud”, agrega. Los hallazgos, en detalle, se publicaron en la versión online de la revista Obesity.
Sin embargo, el té verde, no parece suprimir el apetito, sino que limita la grasa que absorbe el cuerpo. Los dos grupos de ratones comieron la misma cantidad de alimentos ricos en grasa, excepto que a uno de los grupos se le administró EGCG y al otro no.
Si bien se tendrían que consumir unas diez tazas de té verde para que el consumo fuera equivalente al que recibieron los ratones en el estudio, el experto explica que existen antecedentes para señalar que en seres humanos una o dos tazas de té verde al día muestran efectos muy positivos en el control del peso corporal, en comparación con las personas que no lo consumen.
Lamentablemente las personas comienzan a tomar conciencia cuando ya en una edad adulta se sienten incómodos con sus detalles físicos. Pero Lambert señala que lo hecho por las personas que comienzan a buscar soluciones cuando la panza se hace notoria, se puede comparar con estudios hechos a ratones que ya se encuentran pasados de peso.
Y en ese sentido, existen buenas proyecciones. El té verde ayuda a mantener a raya el peso. Sin embargo, y aunque no existen datos en torno a efectos secundarios, sí pueden producirse algunos desajustes.
Por ejemplo, si existe sensibilidad a la cafeína, el té verde puede causar insomnio, ansiedad, irritabilidad, náuseas y/o problemas estomacales. Si se toman medicamentos anticoagulantes (que adelgazan la sangre), se debe tomar té verde en moderación debido a su contenido de vitamina K; y si se toman estimulantes, puede elevar la presión arterial y el ritmo cardíaco o pulso.
Por cierto, no está demás aclarar que los suplementos de té verde no son lo mismo que el té verde y pueden contener otras hierbas y sustancias, quizás hasta peligrosas para ciertas condiciones de salud de los consumidores.