Científicos presumen que ellas son más empáticas y sensibles a las emociones, lo cual se reflejaría en su relación con los animales.

Si tu perro te ladra cuando te sientas a comer puede ser que tenga hambre o se le antoje algo de lo que consumes. Y si está rasguñando la puerta, probablemente quiera salir, todo eso tú ya lo sabes y lo puedes reconocer.

Lo anterior se explica debido a una relación simbiótica de comunicación que ambos habrán acumulado a lo largo de los años, pero un estudio de 2017 sugiere que es más probable que las mujeres entiendan mejor lo que estas mascotas quieren.

La investigación, publicada en la revista académica Royal Society of Open Science, descubrió que la gente puede darse cuenta de lo que los perros intentan comunicar cuando gruñen, y que las mujeres hablan más “perro” que los hombres.

Los científicos registraron a 18 perros gruñendo en respuesta a diferentes situaciones: protegiendo la comida de otros perros, jugando a tirar una cuerda o sintiéndose amenazados y por el acercamiento de un extraño, por ejemplo.

A continuación, se pidió a 40 participantes del estudio, un tamaño de muestra pequeño para que identificaran el tono mediante una escala móvil del gruñido del perro por miedo, alegría, agresividad, desesperación y felicidad.

Luego intentaron determinar el contexto del gruñido. Los humanos tenían una tasa de éxito del 63% de identificación del contexto del gruñido.

El sitio de variedades del periódico Independent, Indy100, afirmó que el autor principal del estudio, Tamás Faragó, dijo que “nuestros estudios recientes de resonancia magnética funcional sugieren que los perros y los seres humanos usan áreas cerebrales similares y probablemente procesos similares para evaluar las emociones de otras personas a partir de las vocalizaciones”.

Asimismo, agregó que “al parecer hay reglas biológicamente arraigadas sobre cómo las vocalizaciones de mamíferos codifican las emociones y estos procesos compartidos ayudan a los humanos a evaluar la carga emocional no sólo de los perros sino también de las expresiones emocionales vocales de otras especies de mamíferos”, explicó.

Es probable que las mujeres sean más empáticas y sensibles a las emociones de los demás y esto les ayuda a asociar mejor los contextos con el contenido emocional de los gruñidos de un can.