El gigante inmobiliario chino anunció que venderá su participación en un proyecto inconcluso cerca de Shanghái por US$575 millones, mientras busca recursos para pagar sus enormes deudas. Beijing aun no ha dicho si lo rescatará.

El endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande anunció esta semana la venta de uno de sus proyectos inmobiliarios en la ciudad oriental de Hangzhou por un total de US$ 575,5 millones.

En un comunicado remitido a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza, la compañía indica que la promoción conocida como Crystal City pasará a manos de dos compañías controladas por el Gobierno de la región de Zhejiang, de la que Hangzhou es capital.

Unos US$ 144,8 millones irán a subsanar las deudas que Evergrande contrajo precisamente con una de las dos firmas estatales que ahora compran el proyecto.

En total, restando esa cantidad, los costes e impuestos del proyecto y lo que el conglomerado destinará a capital circulante,

Evergrande espera obtener una ganancia final de unos US$ 34 millones con la operación.

Crystal City es una zona de comercios y servicios que ocupa unos 89.300 metros cuadrados, según el comunicado, que especifica que la primera fase del proyecto ya fue entregada, mientras que la segunda y la tercera se encuentran todavía en construcción.

La venta se produce en el marco de la crisis de liquidez que atraviesa Evergrande, la cual acumulaba a mediados del año pasado una deuda superior a los US$ 300.000 millones de dólares e incurrió, según agencias de calificación como Fitch, en el impago de algunos de sus bonos 'offshore'.

En otro comunicado emitido anoche, el grupo confirmó la anunciada formación de un comité para investigar la confiscación por parte de algunos bancos de hasta US$ 2.107 millones que habían sido depositados como fianzas para avales de terceros. La investigación preliminar, indicó Evergrande, revela que la citada reclamación se produjo en 2021.

La compañía todavía no ha reanudado la cotización de sus acciones en Hong Kong, tras congelarla el pasado 21 de marzo; un día después, reconoció que no iba a poder presentar su cuenta de resultados del ejercicio 2021 a tiempo, debido al "gran número de procesos de auditoría" en los que está embarcada.