Esta guía expone la mentalidad de los empresarios que sortearon el fracaso, al convertir sus pensamientos en una acción inmediata.
Un temor que derrumba a los futuros emprendedores -inclusive antes de haber iniciado un proyecto- es el no saber cómo lograr el éxito en un mundo incierto. Por ello, y antes de tirar la toalla, debemos recordar que pese a que el futuro es una incógnita, la acción inmediata es la piedra angular para evitar el fracaso.
El mundo de los negocios trae consigo tres principales barreras que impiden comenzar a emprender: el riesgo de perder dinero, la poca capacitación para manejar nueva tecnología y la desmesurada competencia. Sin embargo, con una estrategia de acción solida, un control para minimizar riesgos y un equipo de trabajo talentoso, el futuro puede transformarse en una valiosa oportunidad.
Esta estrategia de adelantarse al mañana, es la temática del libro “¡Comience! Actué, domine la incertidumbre e invente el futuro” de Leonar Leonard A. Schlesinger, Charles F. Kiefer, y Paul B. Brown, expertos en asesoramiento de empresas. Quienes aseguran que “hacer, aprender y construir para hacer de nuevo” es la táctica para alcanzar las metas financieras.
Esta guía expone la mentalidad de los empresarios que sortearon el fracaso, al convertir sus pensamientos en una acción inmediata que construyó su aprendizaje, tanto bueno como malo, pero que sirvió para mejorar su proyecto y emprender de nuevo.
Si se actúa con perseverancia se descubre lo que en verdad funciona, además es el primer paso hallar procesos creativos que faciliten y eficienticen los costos y la producción.
Esta inmediatez, no quiere decir “saltar al precipicio” en realidad se refiere a dar un “paso inteligente” en otras palabras, saber lo que se quiere hacer, llevar a cabo una acción con los recursos disponibles y no involucrar más de lo aceptable en el caso de una pérdida.
¿Cómo actuar correctamente?
Hacer uso del deseo. Se necesita de la motivación suficiente para arrancar. Se debe encontrar la fuerza motivadora para la creación y hacer que el mundo gire entorno al nuevo proyecto.
Dar el paso tan rápido como se pueda. Actuar con los medios disponibles, permanecer dentro de la pérdida aceptable e involucrar a otros, son los ejes para ser asertivos en este punto.
Construir. Cada vez que se actúa el mundo cambia; actuar una y otra vez construye el aprendizaje que es el eslabón para el éxito sostenido.
A las grandes compañías les gusta empezar rápidamente, para ello, destinan los recursos disponibles e inmediatamente actúan. Sin embargo, estos recursos tienden a ser más limitados con los emprendedores, pero existen, aunque no lo parezca.
Recursos a la mano
La educación, experiencia y conocimiento especializado son herramientas básicas para definir y llevar a cabo el concepto del proyecto. Esto incluye gustos, características y habilidades personales.
El talento de familiares, amistades y colegas con ideas afines aportan una visión más amplia del alcance del negocio. “Dos cabezas piensan más que una”.
Ser consciente de la pérdida aceptable. Antes de empezar se necesita decidir cuánto se está dispuesto a perder, con ello, se mantienen las pérdidas en un mínimo y se garantiza que si se fracasa, se hará rápidamente para reestructurar y volver a construir.
De los recursos disponibles, el último punto es el que causa mayor temor, puesto que a nadie le gusta corres riesgos cuando se habla de dinero, pero “el que no arriesga no gana” y sí no se actúa, se dejan pasar oportunidades.