El economista Leo Piccioli, después de 23 años decidió dejar su trabajo para dedicarse a ser escritor y speaker. Hoy nos habla respecto a la posibilidad de ser felices manteniendo una carrera corporativa.
Los primeros años pasan rápidamente. Entrar al mundo laboral está marcado por la motivación y las ganas de demostrar lo que somos como profesionales. Pero sabemos que el tiempo pasa y la rutina se hace notar, sobre todo cuando permanecemos en la misma empresa o en lugares similares por años o décadas.
Leo Piccioli, economista de la Universidad de Buenos Aires de Argentina, pasó en 2016 de ser CEO de Staples Latam a renunciar al mundo corporativo. Asegura que era un apasionado por su trabajo, pero poco a poco esa pasión disminuyó y comenzó a involucrarse en otros negocios que le llamaron la atención.
Se volvió escritor y speaker de liderazgo después de 23 años, y a pesar de que tomó una decisión respecto a su futuro profesional hoy considera que un empleado sí puede ser feliz manteniendo una carrera corporativa. Sus consejos a continuación.
- Hoy en día emprender y salir de la zona de confort es más común en los trabajadores que anhelan dejar la rutina laboral. Y es que, ¿se puede ser feliz manteniendo una carrera corporativa?
Sí, claro. Conozco hasta gente con perfil emprendedor que es feliz en una corporación. El desafío es la famosa “zona de confort”, algo que las corporaciones desarrollan muy bien. Una carrera predecible, un auto, un celular, beneficios en general, una tarjeta personal con un título muy largo, poder decir “Leo Piccioli, CEO de Staples Latam”. Todo eso tiene valor para la persona, y son herramientas de retención.
De alguna manera tenemos que preguntarnos periódicamente si las elegimos, si estamos dispuestos a pagar el precio de las mismas, porque en definitiva es una elección. Salir de la zona de confort es la única manera de aprender, uno siempre termina más sabio luego de correr ese riesgo, pero se puede hacer dentro de la corporación. Hay tantas “reglas” que romper, y estos momentos de disrupción constante en mercados son ideales. Creo que habrá un boom de empleados corporativos que se convierten en casos de éxito por, justamente, no hacer caso a las viejas reglas de su empresa.
- ¿Qué le dirías a un adulto joven que viene haciendo carrera en una gran empresa y quiere emprender?
Primero, que no haga ningún cambio súbito. Yo estuve durante 18 años en la misma empresa y ví mucha gente emprendiendo sola. Siempre me llamó la atención el éxito, entonces me engañaba, pensaba que emprender era sinónimo de éxito. Pero muchos, la mayoría, no tienen esos resultados que los llevan a la tapa del diario.
Lo que aprendí con el tiempo es que siempre es mejor enfocarse en optimizar lo que uno tiene, renegociar internamente con la empresa o hasta con uno mismo para ser más feliz, antes de dar el salto. Es como el gerente de Recursos Humanos de una empresa que sueña con trabajar en Google, “pero si está a tu alcance mejorar la empresa en la que estás para que sea tan atractiva como la que quieres estar”.
Entonces, creo que es típico mirar “el césped del vecino”, y encontrarlo más lindo, ¡pero no es justo si no regamos el nuestro!
- Ahora, ¿qué ocurre con los millennials, teniendo en cuenta que ingresan a una empresa y tienden a aburrirse al poco tiempo?
Creo que muchas veces las etiquetas nos hacen daño, no sólo la de “millennial”, sino también la de “alta rotación”. ¿Qué pasa si pensamos en que todos los empleados puedan estar poco tiempo en cada puesto, agregar el máximo valor y después cambiar a otro puesto u otra empresa?
En mi experiencia, las empresas deben desafiar a los millennials (y a todos), darles libertad para que puedan agregar más valor y equivocarse. Sí, ya sé, es muy lindo de escuchar pero las empresas no lo hacen. Yo creo que algunas sí lo hacen, y las que sigan ese camino van a tener más chances de éxito.
- A lo que te refieres es que, ¿el de adulto joven sí debe emigrar del mundo corporativo y el millennial no?
En realidad al de treintaytantos le hablo a la persona. Mi mensaje es “saquemos el máximo jugo de lo que tenemos antes de cambiar”. Y si te fijas, con respecto a los millennials digo lo mismo pero hablándole a la empresa: no hagamos procesos de inducción de dos meses cuando sabemos que la persona tal vez dure solo seis. Que empiece a agregar valor enseguida.
En otras palabras, tenemos que estar siempre tratando de ser mejores. Como está de moda decir, “ser nuestra mejor versión día a día”.
- ¿Cuáles son las principales motivos para mantener una carrera corporativa? ¿qué beneficios podría traer?
Creo que el principal motivo es la seguridad. Hay personas y momentos en los que queremos estar más tranquilos en lo laboral. Cuando formamos una familia, o si estamos estudiando o planeando un gasto importante, es clave no correr riesgos en todos lados al mismo tiempo.
En cuanto a lo económico, la corporación, comparada con el negocio propio, da una renta más predecible a largo plazo, pero sin grandes saltos. Aumentos de sueldo pequeños todos los años, mejores beneficios, no hay sorpresas positivas. Pero tampoco negativas. El negocio propio es todo lo contrario.
Creo que el modelo más interesante, y espero que sea cada vez más posible, es una combinación, en donde dedicamos 20 horas por semana a trabajar para otro y elegimos qué hacer con el resto del tiempo.
- ¿Y los perjuicios? Mantener por años un empleo similar, la misma rutina, con una misma jefatura ¿no es frustrante?
Creo que como humanos la rutina es un arma de doble filo. Desde niños nos da paz saber que nos bañamos y cenamos justo después (aún cuando lo primero no nos guste tanto). Pero también estoy convencido de que la felicidad viene de poder tomar decisiones y para eso, necesitamos libertad en algún ámbito de la vida. Entonces, alguien con una carrera tan predecible, debería tener algo fuera de la empresa en donde sea “dueño” de su tiempo. Un hobby, un negocio, un deporte, etc.
- ¿Qué consejos entregarías para ser feliz con una carrera corporativa?
- Aprovechar la libertad que las empresas dan. No es mucha, pero lo que no está prohibido está permitido y cada vez hacen falta más intrapreneurs.
- Ahorrar un 20% del ingreso. No pensar que el puesto es para toda la vida, ya que muchas empresas van a quebrar en los próximos años.
- Formarse, aprovechar las oportunidades que la empresa da para estudiar sea en el aula o en la computadora. Debemos seguir aprendiendo siempre.
- Ser buena persona. A pesar de que existe la “política”, los rumores, es importante ser fieles a nuestros valores. Está demostrado que ser generoso hace bien a ambas partes. Por ejemplo, no seamos mezquinos, ayudemos. Vamos a estar todos mejor.
- Eres una marca. Tu CV no es ese papel, ni siquiera ese perfil en LinkedIn. Tu currículo es lo que dirán en el futuro de tí. Cuídalo siempre.