Aunque todos pueden roncar alguna vez, el tema supera lo normal cuando se transforma en un problema serio de convivencia. Siete puntos para tomar en cuenta.
Todas las personas han roncado alguna vez en la vida. Ocasionalmente, puede suceder, pero cuando es algo recurrente, de todas las noches, deja de ser algo que puede prestarse para bromas y se convierte en algo serio que hay que analizar con detenimiento.
Por lo general, los hombres son los que roncan más frecuentemente y algunos se hacen fama porque nadie puede dormir con ellos en la misma habitación.
El ronquido interrumpe el descanso tanto de quien lo hace como de quien o quienes lo escuchan. Puede ocasionar problemas de salud (fatiga) y hasta problemas matrimoniales. Pero además, el 75% de quienes roncan padecen apnea del sueño, una condición durante la cual la respiración se duerme, lo cual aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.
A medida que se entra en el sueño profundo, los músculos del paladar, la lengua y la garganta se relajan. Los tejidos en la garganta pueden hacerlo a tal punto que vibran con el aire y pueden obstruir su paso.
Hay varios factores que se presentan en el ronquido. Uno de ellos es la anatomía de la boca, ya que tener un paladar blando y más bajo de lo normal contribuye más. A eso seuma estar pasado en los kilos o tomar alcohol con frecuencia antes de acostarse, lo que se suma a complicaciones nasales.
Sin embargo, la fase de apnea del sueño -durante la cual se producen sonidos estridentes y se interrumpe la respiración de la persona que la padece por la falta del flujo del aire- es el aspecto más complicado, ya que puede ocasionar trastornos en el ritmo del corazón e incluso paro cardiaco.
Lo bueno es que si se identifica la causa, se puede tratar. Eso sí, antes de auto-diagnosticarse lo principal es consultar con tu médico. Para ello expertos coinciden en considerar estos siete puntos para analizar:
1. No dormir boca arriba: esta posición hace que la lengua se vaya hacia la parte de atrás de la garganta, eso causa el sonido de vibración cada vez que se respira. Dormir de lado podría ser una solución.
2. No beber alcohol: especialmente entre 4 y 5 horas antes de irse a dormir. El alcohol relaja los músculos de la parte posterior de tu garganta, lo cual produce ronquidos.
3. Perder peso: si se ha notado el aumento de peso y con ello, los ronquidos, bajar de peso puede ayudar a roncar menos. Si se subió de peso en el área del cuello, es posible señalar que el ronquido aumenta. Las personas delgadas también roncan, así que este consejo sólo se aplica si se ha notado un cambio de peso coincidiendo con el aumento en el ronquido.
4. Descansar bien: no dormir suficiente, trabajar muchas horas, genera cansancio y al dormir los músculos se relajan tanto que producen el ronquido. Llevar buenos hábitos de sueño es clave.
5. Prestar atención a la nariz: si se tapa con frecuencia, puede ocasionar el ronquido. Por eso, una ducha caliente antes de dormir, o hidratar ls fosas nasales con agua salina, puede ayudar. Las bandas que se pegan en el tabique nasal por fuera y que abren las fosas nasales también ayudan.
6. Hidratarse bien: tomar bastante agua evita que las secreciones de la nariz se hagan más espesas, lo cual puede causar ronquidos.18
7. Considerar las almohadas. ¿Hace cuánto se tienen? ¿Se padece de alergias? Los ácaros pueden causar alergias que contribuyen a roncar. También, dormir con mascotas puede irritar las vías respiratorias y producir ronquidos. Lava las almohadas o reemplazarlas mínimo cada seis meses.
Lo importante es que si a pesar de estas recomendaciones la intensidad de los ronquidos no disminuye, la visita al médico es indispensable.