Las empresas en general están priorizando a profesionales mejor capacitados, con habilidades de liderazgo, flexibilidad y autonomía.
En el último trimestre de 2017, los chilenos estaban expectantes por el cambio de gobierno y de cómo el presidente electo asumiría los desafíos de una alta tasa de desempleo y un bajo crecimiento económico.
El Banco Central informó que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de junio 2018 creció 4,9% en comparación con el mismo mes del año anterior, cifra cercana a las expectativas del mercado. De esta manera la economía chilena registra el mejor desempeño semestral desde el 2012, al cerrar la primera mitad del año con una expansión de 4,7%.
“Estas cifras se deben a que diferentes industrias han comenzado a reactivarse y otras están requiriendo poco a poco más personas para trabajar”, explica Karina Pérez, directora de Robert Half en Chile.
Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional, también registra números ventajosos para nuestro país. Hace menos de un mes publicó que se contempla que Chile tenga un crecimiento de 3,8% este 2018. “Esta proyección también es muy favorable, recordemos que en octubre del año pasado se esperaba que Chile creciera en el rango del 2,5%, lo que estaba por debajo de lo que calculaba el Banco Central y el Ministerio de Hacienda”, explica la directora de Robert Half.
En ese sentido, hoy Chile tiene un papel importante en la región, pues empieza a emerger como el más demandado de Sudamérica en términos laborales, registrando talento local, pero también extranjero. Y si bien las remuneraciones aún no han avanzado mucho, esos profesionales requieren nuevos desafíos y un sueldo competitivo, generando movimiento de oferta y demanda.
Expectativas en nuevos puestos de trabajo
Si bien la realidad es bastante positiva para Chile, las expectativas y percepción de las personas estaban mayormente dirigidas a la creación de empleo más que en el crecimiento. “Con el cambio de gobierno y al asumir el presidente Piñera, las expectativas del mercado estaban en que se abrirían muchos puestos de trabajo rápidamente, pero a pesar de los buenos indicadores de la economía, el empleo ha tomado más tiempo de lo que la gente esperaba”, afirma Pérez.
Los últimos años estuvieron marcados por una mayor optimización de los recursos por parte de las compañías locales y por importantes ajustes en las estructuras, como una forma de mantener sin arriesgar demasiado. Esto implicó que, durante el 2018, los procesos de contratación y selección de personal recién empezaran a reactivarse para pensar en avanzar y crecer de manera lenta y sostenida. El dato positivo para 2019 es que el 53% de los gerentes de recursos humanos entrevistados para un estudio realizado por Robert Half aseguró que este año sería mejor, desplegándose una mayor cantidad de procesos de selección.
“En este despertar del mercado laboral, las empresas en general están priorizando a profesionales mejor capacitados, con habilidades de liderazgo, flexibilidad y autonomía, pero que también demuestren ser capaces de garantizar una mejora continua en la productividad para maximizar el rendimiento y los resultados de las operaciones del negocio”, detalla Pérez.
En este contexto, los criterios de selección y contratación están siendo mucho más exigentes. Además de las habilidades técnicas específicas de la industria o rubro en el que se desenvuelven, los aspectos relacionados con el comportamiento y las destrezas blandas tendrán un valor cada vez mayor en las diferentes áreas.