Se trata de las principales conclusiones de la jornada, organizada conjuntamente por ESADE y RTVE.
“Vivimos una época de incertidumbre, donde las disrupciones son tan frenéticas que las innovaciones recientes serán en breve obsoletas”, dijo el Secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, José María Lassalle, en su discurso inaugural del ESADE-RTVE Media Summit, una jornada dedicada a las nuevas tendencias en el sector de los medios de comunicación.
En este proceso de cambios constantes, “los puntos de referencia tradicionales se vuelven poco fiables”, por lo que se hace preciso “definir nuevos instrumentos de navegación con los que definir los principios y valores que deben regir la sociedad digital del futuro, imaginar los efectos colectivos de los nuevos canales de comunicación en las vecindades digitales y cómo será la ciudadanía que las gobierne”, añadió Lassalle.
Perspectivas de futuro
Paul Lee, socio y responsable de investigación en el área de tecnología, medios y telecomunicaciones de Deloitte, dijo que “aunque observamos un auge en el consumo de contenidos digitales por medio de smartphones, debemos pensar en ello como un complemento a la televisión y no como un competidor” y, si bien surgen nuevos actores, como YouTube o las redes sociales, ha asegurado que “la televisión se mantendrá fuerte como sector y una de esas fortalezas reside en su alcance: sigue siendo una de los mejores medios para llegar a millones de personas”.
En relación a los nuevos modelos comerciales, Lee advirtió que los contenidos evolucionarán de acuerdo con los nuevos patrones de consumo de plataformas y dispositivos digitales. Para ello, es necesario desarrollar nuevos marcos regulatorios, así como métodos de medición, que sean simétricos y aptos para el nuevo escenario, ha añadido.
En este sentido, Giuseppe Abbamonte, director de Medios y Datos de DG Connect en la Comisión Europea, dijo que, desde las instituciones europeas, se trabaja para “facilitar el acceso a los contenidos digitales en toda Europa; crear las condiciones adecuadas para que los servicios y las redes digitales prosperen; y maximizar el potencial de crecimiento de la economía digital, promoviendo la producción y distribución de productos y servicios digitales europeos”.