"La sexualidad femenina puede vivirse plenamente a lo largo de las distintas etapas de la vida y el embarazo y post parto no son la excepción", sostiene la sexóloga de Be Mom, doctora Constanza Bartolucci.
No todas las mujeres siguen manteniendo relaciones sexuales con su pareja cuando quedan embarazadas. Unas influidas por los cambios hormonales y otras por miedos y mitos reducen su actividad sexual. Otras en cambio, experimentan un aumento de la libido, llegando incluso a experimentar el primer orgasmo de sus vidas.
"La sexualidad femenina puede vivirse plenamente a lo largo de las distintas etapas de la vida y, aunque en cada una de ellas surgen pequeños cambios que la modifican, el embarazo y post parto no son la excepción. Vivirlos no significan un deterioro, sino más bien una variación en su expresión", sostiene la sexóloga de Be Mom, doctora Constanza Bartolucci, magíster en Sexología Clínica y Disfunciones Sexuales de la Universidad de Barcelona, miembro del Instituto Iberoamericano de Sexología (IIS) y docente del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar de la Universidad de Chile.
La especialista recomienda tener en cuenta que la sexualidad es un elemento esencial de todo ser humano y un pilar fundamental de toda pareja. ¿Cómo vivirla a plenitud? Acá algunos tips:
- Es normal experimentar durante el primer trimestre del embarazo una leve falta de deseo sexual; en el segundo, tanto por la acomodación a este nuevo cuerpo gestante, como por los mismos cambios hormonales y físicos, un aumento de la libido; para finalmente en el tercer trimestre, producto de los cambios físicos y hormonales, sumado al temor natural frente a esta nueva paternidad, volver a ver una baja el deseo.
- Una buena relación de pareja previa al embarazo con una vida sexual satisfactoria es el mejor indicador para que ésta se mantenga.
- Todo lo bueno cuesta trabajo, y la sexualidad no es la excepción a la regla. A diferencia de lo que muchos piensan respecto a la necesidad imperiosa de la "espontaneidad" en la sexualidad, una buena sexualidad debe ser trabajada y se le debe dedicar tiempo.
- Frente a cualquier temor, variación o inquietud, en cualquier esfera, y siempre en la sexualidad, es preferible conversar lo que está ocurriendo. Muchas veces los problemas sexuales se instauran producto de problemas de comunicación o malos entendidos.
