La asociación mexicana de ganaderos estimó que los envíos resultantes del impacto del virus podrían representar un tercio del crecimiento general de las ventas del 40%.
El apetito chino por los filetes mexicanos y otros cortes de carne de res podría aumentar en más del 40% este año debido, en gran parte, a las interrupciones causadas por la propagación de un nuevo coronavirus.
Los compradores chinos representan alrededor del 4% de las ventas al exterior de carne de res mexicana. Todavía, más del 80% del total de las exportaciones mexicanas de carne de res van a clientes estadounidenses.
La propagación del coronavirus ha avivado las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria interna en China, en medio de la creencia generalizada de que el virus se originó el año pasado en un mercado de alimentos en la ciudad Wuhan, la capital de la provincia Hubei.
Las autoridades han aislado a la provincia, uno de los principales centros productores de alimentos de China, en un esfuerzo por contener la epidemia. Las restricciones de viaje han frenado el movimiento de animales y alimentos, y han reducido la producción en fábricas de comida y mataderos.
Rogelio Pérez, el principal funcionario comercial de la asociación mexicana de ganaderos, AMEG, que pronostica las ventas futuras de la industria, estimó que los envíos resultantes del impacto del coronavirus podrían representar un tercio del crecimiento general de las ventas del 40%.
En una entrevista la noche del miércoles, el ejecutivo adelantó que la demanda de China beneficiaría a las dos compañías mexicanas que tienen permisos para exportar al país asiático: SuKarne y Grupo Gusi. Otras 42 empresas mexicanas han solicitado sus permisos.
“Es un beneficio para México en el sentido de que podríamos crecer las exportaciones con una mayor rapidez”, dijo Pérez.
El persistente impacto de la peste porcina africana, que ha reducido los suministros de carne de cerdo y hace que los precios aumenten, también ha llevado a que más consumidores opten por comer más carne de res, dijo.
China es, por mucho, el principal importador de carne bovina, y se proyecta que sus importaciones en 2020 alcanzarán el récord de 2.9 millones de toneladas, casi el doble del total de 2018, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
La semana pasada, los dos mayores empacadores de carne de Brasil señalaron que el brote de coronavirus podría ayudar a impulsar la demanda china de sus productos.
AMEG estima que el gigante asiático compró unas 250,000 toneladas de carne mexicana el año pasado, por un valor de alrededor de US$40 millones. Las exportaciones totales de carne de res mexicana en 2020 se proyectan en 390.000 toneladas, un 25.8% más que en 2018, según datos del USDA.