Un estudio internacional realizado en 87 países analiza el papel de los factores ambientales en la dermatitis atópica en niños.
El Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha participado en un estudio internacional que examina la relación entre la exposición a la radiación ultravioleta (UV) y la prevalencia de eccema en niños.
Este estudio ecológico concluye que la exposición a los rayos UV se asocia con la prevalencia de este tipo de dermatitis también según el país. Entre otros resultados, la investigación señala que los territorios con una media mensual con mayor radiación UV tenían mayores medias de prevalencia de eccema en niños de 13 y 14 años.
El trabajo, publicado en Journal of Investigative Dermatology, se realizó a partir de datos del Estudio Internacional de Asma y Alergias en la Infancia (ISAAC), e incluye información sobre niños de 13 a 14 años de edad de 214 escuelas de 87 países y niños de 6 a 7 años de edad de 132 escuelas en 57 países.
La dermatitis atópica infantil, también conocida como eccema, es muy común en todo el mundo y está asociada con factores de riesgo genéticos. Investigaciones anteriores sugieren que los factores climáticos tales como temperatura, humedad y exposición a la radiación UV pueden influir en la prevalencia y los síntomas de esta condición, aunque la dirección y la consistencia de los efectos varía de un estudio a otro.
Ninguna investigación previa incluyó datos de países en desarrollo, donde la prevalencia de eccema está aumentando y la exposición a la radiación UV puede ser alta.
Resultados con cautela
Elaine Fuertes, primera autora del estudio, destaca: "Gracias al gran conjunto de datos disponible en el estudio ISAAC, hemos podido conducir el primer estudio que ha examinado la relación entre la exposición a la radiación UV y el eccema en niños y adolescentes en un contexto global”.
La investigadora cree que los resultados deben interpretarse con cautela "hasta que puedan reproducirse utilizando datos prospectivos con exposiciones individuales". Sin embargo, este nuevo trabajo apoya la hipótesis de que la exposición a los rayos UV explica parte de la variación en la prevalencia de eccema infantil en todo el mundo.