Estos pasos son considerados un respaldo a la industria china de los vehículos de nuevas energías.
El fabricante estadounidense de coches eléctricos Tesla anunció esta semana que, alentado por el continuo aumento de sus ventas en China, está en conversaciones con el gobierno de Shanghai para "explorar la posibilidad de establecer una instalación de manufactura en la región para servir al mercado chino".
Durante los últimos días, la prensa local informó que la empresa había llegado a un acuerdo con la administración para establecer su propia fábrica en el centro económico y financiero del país. No osbtante, la firma se abstuvo de confirmar la noticia.
"Estamos trabajando para definir de forma más clara nuestros planes para la producción en China hacia finales del año", señala en un comunicado.
Por su parte, el gobierno de Shanghai no hizo pronunciamiento alguno al respecto.
Tesla manifestó en el comunicado que "está estrechamente comprometida con el mercado chino", y que continuará buscando oportunidades para fundar instalaciones globales de manufactura para servir a los mercados locales.
Si bien el plan de Tesla es mantener la mayor parte de su producción en Estados Unidos, la empresa necesita "instalar fábricas locales para garantizar la accesibilidad para los mercados a los que sirven".
Al inicio de la semana, el fabricante abrió una gigantesca estación de recarga con 50 terminales en la Nueva Área de Pudong, en Shanghai, a la que definió como la más grande del mundo.
La red de estaciones de recarga de Tesla en China cubre ya más de 170 ciudades. Actualmente consta de más de 700 terminales en todo el país, y se espera que el número exceda los 1.000 antes de 2018.
A mediados de octubre, la compañía anunció la introducción en el mercado nacional de las versiones modificadas de sus Modelo S y Modelo X, con los que garantizará el cumplimiento de los estándares de recarga del país.
Estos pasos son considerados un respaldo a la industria china de los vehículos de nuevas energías.
Siendo el mercado de vehículos más grande del mundo, el país oriental es también el de más rápido crecimiento en materia de coches eléctricos, ya que el gobierno pone cada vez más hincapié en el cuidado del medio ambiente.
Según datos del Ministerio de Industria y Tecnología Informática, en comparación con el mismo periodo del año pasado la producción y la venta de automóviles eléctricos aumentaron, respectivamente, un 40,2 y un 37,7%, situándose en 424.000 y 398.000 unidades en los primeros nueve meses del año.
Otros grandes fabricantes de vehículos, como BMW, PSA Peugeot Citröen, Toyota y Mercedes-Benz, también han acelerado el paso en la exploración de la industria de los coches de nuevas energías en los últimos años, apuntando a mercados emergentes, y en especial a China.
Por ejemplo, a comienzos de este mes, la alemana Benz empezó a construir una planta de remanufactura, también en Shanghai. La instalación, enfocada en el reciclaje de componentes automotrices para la región Asia-Pacífico, será la única de Daimler AG, su casa matriz, fuera de Europa.
Por su parte, SAIC-GM, una empresa conjunta de SAIC Motor de China y General Motors de EE. UU., informó que se ha fijado un objetivo estratégico en relación con los vehículos de nuevas energías. A la luz del plan, cada año entre 2016 y 2020 lanzaría un nuevo modelo de coche eléctrico hecho en el país.
Julian Blissett, vicepresidente ejecutivo de SAIC-GM, dijo que la compañía confía en que la exploración del mercado de los autos de nuevas energías tendrá resultados positivos.
China ha catalogado los vehículos de nuevas energías como una industria estratégica. Incluso se ha manifestado de acuerdo con Francia y Reino Unidos en cuanto a la posibilidad de prohibir la producción y venta de automotores impulsados por combustibles fósiles, para lo cual los tres países están considerando fijar un cronograma.
De acuerdo con Bai Ming, un investigador de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica, el alto potencial de consumo de coches eléctricos ha atraído un gran volumen de inversión extranjera al mercado chino.
"La apertura del mercado de vehículos de China beneficia tanto a las compañías extranjeras como a las nacionales, ya que aquellas tendrán un mercado nuevo donde explorar y estas se verán obligadas a desechar conceptos y tecnologías anticuados", complementó Bai.