Nueve de cada 10 negocios mexicanos han acelerado el proceso de adopción de al menos una tecnología y cuatro de cada 10 aceleraron todos los procesos de adopción de todas las tecnologías que utiliza.
La pandemia de COVID-19 ha dejado un campo fértil para la adopción de tecnología entre muchas empresas mexicanas. No obstante, otros negocios se enfrentan a barreras que impiden la implementación y evolución de una estrategia de transformación digital, de acuerdo con los resultados del más reciente Índice de Transformación Digital de Dell Technologies.
Nueve de cada 10 negocios mexicanos han acelerado el proceso de adopción de al menos una tecnología y cuatro de cada 10 aceleraron todos los procesos de adopción de todas las tecnologías que utiliza. En sentido contrario, hasta 96% de los negocios encuestados por Dell para la realización del índice dijo que se enfrenta a barreras que les impiden avanzar en su transformación digital.
"Los cierres por la pandemia de COVID-19 generan mucha incertidumbre y no sabemos cómo debemos seguir operando y cómo debemos cambiar”, dijo Juan Francisco Aguilar, gerente general de Dell Technologies México.
Los programas de transformación digital que más se han acelerado durante 2020, la mayoría a causa de la pandemia, son los de ciberseguridad, trabajo remoto, cómputo en el borde (edge computing); los modelos de servicio y consumo, las experiencias digitales para clientes y empleados; la evolución en el manejo de datos y la expansión del dominio digital del negocio.
La principal barrera a la que se enfrentan las empresas mexicanas es la falta de habilidades y experiencia dentro de sus equipos de TI, pero la segunda es directamente el miedo ante los cierres temporales ocasionados por la pandemia de COVID-19; además de una cultura digital inmadura; las preocupaciones de seguridad y privacidad de los datos, la falta de presupuesto y recursos; la falta de crecimiento económico vinculada también con el coronavirus; así como la incapacidad para extraer valor de los datos.
Así, parece haber dos lados de una misma moneda: mientras que 88% de las empresas está reinventando su modelo de negocio como resultado de la disrupción causada por la pandemia; 56% está preocupado por no haber hecho la transición hacia la transformación digital lo suficientemente rápido. También 91% está orgulloso de su equipo equipo u organización por la forma en la que han adaptado su estrategia de TI y de negocio; a la vez que 58% teme que sus empleados estén en riesgo de sobrecarga al intentar adaptar su estrategia de Tecnologías de la Información durante estos tiempos “anormales”.
Altas expectativas, baja inversión
Igual que en el Índice de Transformación Digital 2018, la incertidumbre en los negocios mexicanos respecto del desempeño de su estrategia de transformación digital se expresa en la brecha entre las expectativas que tienen respecto de alguna tecnología y las inversiones que destinarán a ellas en los próximos años.
Un ejemplo es que mientras que 85% de las empresas cree que en los próximos tres a cinco años usarán tecnologías de realidad aumentada para aprender a hacer o arreglar cosas de forma más eficiente, apenas 17% planea invertir en este tipo de tecnología. Lo mismo ocurre con la Inteligencia Artificial y los modelos de datos, sobre los cuales 91% de los negocios cree que les ayudarán a prevenir disrupciones potenciales, aunque sólo 30% de las empresas piensa adoptar esta tecnología. En el caso de la cadena de bloques o blockchain, pese a que 90% de las empresas considera que esta tecnología hará que la economía sea más justa, apenas 12% piensa invertir en ella.
“Históricamente en una crisis siempre hay empresas e individuos que se enredan en los problemas y hay otros que ven en esto como una oportunidad para mejorar su posición competitiva”, dijo Ricardo Villate, Vicepresidente de grupo para IDC Latinoamérica, durante el webinar que organizó la consultoría de mercado acerca de sus proyecciones para la industria de TI.
De acuerdo con Villate, aunque la inversión en tecnología en América Latina se ha visto afectada por la pandemia de coronavirus, ha sido más resiliente que la economía de la región e incluso se ha convertido en un motor económico