Atres, como se llama el grupo, decidió experimentar con polímeros de múltiples plásticos para crear su "ecomadera" en la isla, donde la acumulación y reciclaje de residuos es un problema medioambiental y social, y donde los mercados del hierro y la madera están restringidos.
Matanzas, Cuba.- Una cooperativa cubana que fabrica muebles usó unas 300 toneladas de desechos plásticos en el último año para lanzar una nueva línea de productos ante la falta de madera y hierro, sus dos principales materias primas.
Atres, como se llama el grupo, decidió experimentar con polímeros de múltiples plásticos para crear su "ecomadera" en la isla, donde la acumulación y reciclaje de residuos es un problema medioambiental y social, y donde los mercados del hierro y la madera están restringidos.
Radicados en Matanzas, una ciudad marina y con múltiples ríos a unos 100 kilómetros de La Habana, los integrantes de Atres se lanzaron a la limpieza de playas, desembocaduras y vertederos junto a organizaciones de la sociedad civil y recolectaron unas seis toneladas de desechos plásticos.
El resto del material necesario lo han obtenido mediante contratos con la estatal Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primasy recolectores privados. Actualmente, los desechos les llegan desde varias provincias del país, y el almacén que utilizan en una localidad de Matanzas será insuficiente dentro de poco.
Atres rentó a una fábrica estatal una antigua nave en desuso, el grupo rediseñó una máquina extrusora descontinuada para producir los perfiles de ecomadera, y creó una línea de bancos, pérgolas, pasarelas, cestos –su producto estrella- y varios muebles, cuya durabilidad ha sido certificada por laboratorios cubanos para 50 años.
Entre sus principales clientes hay ministerios como los de Salud Pública y Turismo. Gobiernos locales, como el de La Habana, los han contratado para crear estructuras para parques públicos y paradas de ómnibus.
"Se estima que en Cuba se generan más de 40.000 toneladas de desechos de plástico y solamente se reciclan hoy el 10% de esa generación de desechos (…) buscamos concienciar a la población de que hoy existe una solución para este plástico y es una fuente importante de recursos", explicó a Reuters el vicepresidente de la cooperativa, José Antonio Soto.
Según Soto, actualmente la tonelada de ecomadera en el mercado mundial tiene un valor aproximado de 1.200 dólares, por lo que la producción de la cooperativa habría ahorrado al país unos 300.000 dólares en importaciones en el último año.
A pesar del entusiasmo de Atres por expandir la producción de ecomadera, esta área solo representa actualmente el 10% de las ganancias generales de la cooperativa. Entre las principales limitantes del grupo está la carencia de molinos trituradores de plástico.
Los líderes de Atres creen que su proyecto podría ser "escalable" y deberían sumarse otros productores en el futuro, si bien hasta ahora no han recibido ninguna propuesta de inversión.
Para 2020, la cooperativa espera empezar una línea de producción con desechos de gomas, vidrio y papel.