La representante de la FAO en Chile, Eve Crowley, dijo que "en todos los países de la región, incluido Chile, la tasa de obesidad de las mujeres es mayor a la de los hombres".
Chile lidera la tasa de obesidad femenina en Sudamérica, con un 31% de las mujeres mayores de 18 años afectadas, según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), presentado en Santiago.
La representante de la FAO en Chile, Eve Crowley, dijo que "en todos los países de la región, incluido Chile, la tasa de obesidad de las mujeres es mayor a la de los hombres".
"Esta es una brecha persistente asociada a múltiples factores, entre ellos, limitantes económicas. Hay que reducir esta desigualdad porque implica un deterioro en la calidad de vida y riesgo de la salud", agregó.
El informe "Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2018" explicó que el nivel de obesidad de los hombres chilenos es del 24,9%, lo que ocupa el segundo lugar dentro de Sudamérica.
El documento reveló que en el caso de niños y niñas menores de cinco años, Chile tiene una de las mayores tasas de sobrepeso de América Latina y el Caribe, con un 9,3%, lo que supera el promedio regional del 7,3% y el mundial del 5,6%.
Al respecto, Crowley afirmó que "el cambio en los patrones alimentarios con preferencia en productos con alto contenido en grasa, azúcar y sal es una de las principales causas de las altas cifras de sobrepeso y obesidad que presenta la población chilena".
De acuerdo con la FAO, estos cambios han afectado a toda la población, pero sus efectos más nocivos los sufren los sectores más excluidos de la población infantil, las mujeres, grupos indígenas y aquellos que viven en situación de pobreza o en áreas rurales.
Estos segmentos muchas veces deben optar por productos ultraprocesados, ya que tienen menor costo.
En este sentido, el informe reveló que Chile es uno de los países con mayor gasto anual en alimentos consumidos fuera del hogar y en bebidas no alcohólicas, junto con Brasil, México y Colombia.
Además, el impacto económico de la doble carga de la malnutrición en tres países de la región (Chile, Ecuador y México) oscila del 0,2% al 4,3% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que representa un promedio de entre 493 y 28.830 millones de dólares, respectivamente.
Por ello, la FAO, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) llamaron a los países a aplicar políticas públicas que combatan la desigualdad y promuevan sistemas alimentarios saludables y sostenibles.
La prevalencia de la subalimentación en Chile alcanzó un 3,3%, es decir, casi 600.000 personas que "no cumplen con los requerimientos energéticos diarios mínimos para llevar una vida saludable y activa".
Crowley aseveró que "Chile cuenta con la capacidad para proveer la cantidad adecuada de frutas, verduras y pescado a su población y erradicar todas las formas de malnutrición".
"Hoy se están impulsando políticas transversales y adecuadas para prevenir la obesidad, pero hay que impulsar más el acceso a alimentos saludables", agregó.
Según el estudio de la FAO, el hambre afecta a 39,3 millones de personas; el 6,1% de la población en América Latina y el Caribe.
De acuerdo con el organismo internacional, entre 2015 y 2016, el número de personas subalimentadas creció en 200.000 personas y entre 2016 y 2017 el incremento fue de 400.000; esto muestra que la velocidad del deterioro está aumentando.