Muchos científicos, inversores y familias contaban con que el fármaco solanezumab se convirtiera en el primer medicamento aprobado para detener el avance de la enfermedad.
Reuters. Eli Lilly and Co dijo que su tratamiento experimental para el Alzhéimer no tuvo éxito en frenar el deterioro cognitivo en pacientes con síntomas leves, un importante revés para la compañía y para millones de personas en riesgo de desarrollar la enfermedad.
Muchos científicos, inversores y familias contaban con que el fármaco solanezumab se convirtiera en el primer medicamento aprobado para detener el avance de la enfermedad, que la Asociación de Alzhéimer estima afectará hasta unos 28 millones de estadounidenses para mediados del siglo.
Debido al fracaso del estudio, Lilly dijo que no buscará la aprobación de los reguladores en Estados Unidos de su fármaco para la demencia leve. El medicamento también está siendo probado en pacientes aún sin síntomas de Alzhéimer pero que tienen placa cerebral, un indicio de la enfermedad.
El medicamento inyectable funciona bloqueando en el torrente sanguíneo una proteína llamada beta amiloide, considerada responsable de la formación de placas cerebrales tóxicas características del Alzhéimer.
Biogen Inc está completando estudios de Fase III de aducanumab, diseñado para anular las beta amiloide que ya han creado placas. Sin embargo, la información resultante del estudio de solanezumab genera dudas sobre si la proteína es un blanco válido para los medicamentos contra el Alzhéimer. Representantes de la farmacéutica no pudieron ser ubicados de inmediato para realizar comentarios.
Lilly dijo que los pacientes tratados con solanezumab no experimentaron una desaceleración significativa del deterioro cognitivo comparado con aquellos que recibieron placebos.
En dos estudios de 18 meses completados en el 2012, el fármaco no frenó el deterioro cognitivo o la pérdida de habilidades de la vida cotidiana en 1.000 pacientes con la enfermedad en estadio leve a moderado en cada ensayo.
Pero la información combinada de los pacientes sólo con síntomas leves sugirió que solanezumab causó disminuciones importantes de un 34% en el deterioro cognitivo y un 18% en la pérdida de capacidades de funcionamiento, comparado con quienes tomaban placebo, dijeron investigadores.
Al igual que con el cáncer, muchos expertos creen que será necesario combinar medicinas, cada una con mecanismos diferentes, para frenar de manera contundente el avance del Alzhéimer o detener la enfermedad.