Gilead Sciences, el fabricante, ha sido criticado por no evaluar la eficacia del fármaco en mujeres. Hasta ahora, solo está probado para hombres y un grupo transgénero.
Hace tres días la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) anunció que ya estaba lista la aprobación del segundo medicamento para prevenir el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Descovy, como lo llamó su fabricante, es el segundo fármaco que sale al mercado con ese propósito.
“Los medicamentos para la profilaxis previa a la exposición al VIH (PrEP) altamente efectivos cuando se toman como se indica en el etiquetado de medicamentos. Esta aprobación proporciona más opciones de prevención para ciertos pacientes en riesgo de contraer el VIH y ayuda a los esfuerzos adicionales de la FDA y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. para facilitar el desarrollo de opciones de tratamiento”, dijo en un comunicado el médico Jeffrey Murray, subdirector de la División de Productos Antivirales en el Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA.
Sin embargo, pese al visto bueno de esa entidad, que hace las veces del Invima en Estados Unidos, el Descovy ha generado varias críticas. ¿La razón? Solo fue aprobado para hombres y mujeres transgénero. El motivo es simple: Gilead Sciences Inc., la compañía que lo creó, solo lo ensayó en esos grupos poblacionales y excluyó a las mujeres.
Como le dijo al diario The New York Times Rochelle Walensky, jefa de enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts, se trata de una exclusión es “es inaceptable en estos tiempos”. A sus ojos es urgente que también se estudie y apruebe en mujeres porque su acción puede ser diferente. De hecho, apunta el periódico estadounidense, ante las críticas la FDA le pedirá a Gilead que evalúe el Descovy en mujeres.
No es la primera vez que esta compañía es reprochada por sus prácticas. En varias oportunidades especialistas han señalado que los altos precios que ha impuesto la empresa para comercializar Truvada, el otro medicamento aprobado para la prevención del VIH, impide que muchas personas puedan acceder a él.
“Truvada fue aprobado por la FDA en 2012. Pero más de seis años después, Estados Unidos está fallando en la expansión de su uso. Menos del 10% de los 1.2 millones de estadounidenses que podrían beneficiarse de la PrEP lo están recibiendo. La razón principal es bastante clara: los precios. Con un precio de más de US $20.000 al año, Truvada, el único medicamento PrEP disponible en los Estados Unidos, es simplemente demasiado caro para convertirse en la herramienta de salud pública que debería ser”, escribieron en ese periódico hace un año Aaron Lord, de Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, y James Krellenstein y Peter Staley, cofundadores de la iniciativa #BREAKTHEPATENT, que busca reducir el costo de esa medicina.
Aunque ese precio bajará en EE.UU. el próximo año, pues expira la patente que lo protegía, para algunos activistas la aprobación del Descovy asegurará el dominio de Gilead en el mercado.
Por ejemplo, los ojos de Jeremiah Johnson, director de proyecto en Treatment Action Group, una organización que defiende los derechos de los pacientes con VIH, Descovy no es más efectivo que el Truvada, pese a que Gilead haya insinuado que sí. Su temor, le aseguró al The New York Times, es que los usuarios rechacen las nuevas versiones genéricas que van a salir al mercado y que serán mucho más accesibles por preferir el Descovy.
Pero Diana Brainard, de la división de VIH de Gilead, cree lo contrario. Según ella, en ningún momento han querido insinuar que el Descovy es más eficaz que Truvada. "Siempre es bueno tener opciones", advirtió.
Para la FDA, “esta es una oportunidad para eliminar nuevas infecciones por el VIH en nuestro país (…) El objetivo es reducir las nuevas infecciones en un 75% en los próximos cinco años y en un 90% en los próximos diez años, evitando más de 250.000 infecciones por VIH en ese lapso”.