Usualmente a los bancos centrales hablan a una sola voz, pero la Fed ahora tiene tres: los que están listos a reducir aún más las tasas para contener riesgos económicos, los que prefieren esperar y ver los datos, y los que advierten que el organismo ya puede estar alimentando una burbuja crediticia.
Washington. Autoridades de la Reserva Federal presentaron este viernes sus diferencias sobre el estado de la economía y qué se debería hacer al respecto, con advertencias de una desaceleración y riesgos financieros mezcladas con lo bien que avanzan las cosas, sólo días después de una decisión dividida para bajar las tasas.
Usualmente a los banqueros centrales se les puede pedir hablar con una sola voz, pero la Fed ahora tiene tres: los que están listos a reducir aún más las tasas para contener riesgos económicos, los que prefieren esperar y ver los datos, y los que advierten que el organismo ya puede estar alimentando una burbuja crediticia.
"La economía está en un buen pie", dijo el vicepresidente del banco central, Richard Clarida, en una entrevista con CNBC, apuntando que aunque hay riesgos, también se desarrolla un "círculo virtuoso" de ganancias en el empleo, de salarios y un incremento en el gasto de los hogares.
El consumo representa casi un 70% de la economía estadounidense y "no puedo pensar en un momento en que el consumo ha estado en mejor forma", afirmó Clarida.
Ese podría ser el caso, pero otros funcionarios de la Fed dijeron que el énfasis debe estar en otra parte, aunque no concordaron sobre dónde.
El presidente Donald Trump ha exigido recortes más profundos en el costo del crédito y ve la lógica como simple: hacerlo para que una ya sólida economía sea más sólida, con pocos o ningún riesgo.
Pero incluso los que concuerdan con menores tasas de interés ven la situación de manera distinta, con el jefe de la Fed de St. Louis, James Bullard, argumentando que el banco central debería haber reducido aún más las tasas para contener una debilidad que incluye un sector manufacturero que "ya parece estar en recesión".
Bullard discrepó de la decisión de esta semana porque quería un recorte de medio punto porcentual en los fondos federales, y en un comunicado afirmó que siente que el crecimiento económico general podría también desacelerarse en el "horizonte cercano".
La Fed votó 7-3 el miércoles para recortar su rango objetivo a un día de las tasas en un cuarto de punto porcentual, a entre 1,75%-2%, para contrarrestar la desaceleración global y los riesgos asociados con la batalla comercial entre Washington y Pekín. Fue la segunda reducción de las tasas este año.
"Es una gestión prudente del riesgo, en mi opinión, recortar la tasa más agresivamente ahora e incrementarla más adelante si los riesgos a la baja no se materializan", escribió Bullard. "Muchas de las estimaciones sobre la posibilidad de una recesión han subido desde niveles bajos a moderados".
Datos recientes han sido dispares, con algunas sorpresas positivas, y el jefe de la Fed de Boston, Eric Rosengren, dijo que la Fed debería tener cuidado de alimentar el crédito cuando la economía está sana. También discrepó en la última reunión, pero al contrario de Bullard, no quería un recorte de tasas.
Con el desempleo cerca de un mínimo récord, "no se necesitan estímulos monetarios adicionales para una economía donde los mercados laborales ya están ajustados", escribió Rosengren.