Cientos de manifestantes llevaban pancartas con leyendas como "asesinos del gobierno", mientras el mandatario llegaba a la ciudad fronteriza acompañado del embajador de Estados Unidos, Carlos Pascual.
Ciudad Juárez. El presidente de México, FelipeCalderón, fue recibido este martes con protestas en la ciudad másgolpeada por la violencia del narcotráfico en el país, tres díasdespués del asesinato de dos estadounidenses y un mexicano vinculadosal consulado estadounidense local.
Cientos de manifestantesllevaban pancartas con leyendas como "asesinos del gobierno", mientrasel mandatario llegaba a la ciudad fronteriza acompañado del embajadorde Estados Unidos, Carlos Pascual.
Calderón tenía previstoreunirse con funcionarios en un intento por convencer a los mexicanos ya Washington de que su estrategia de combate a los narcotraficantes,liderada por el Ejército, es la mejor para contener la crecienteviolencia.
"Calderón no sabe de lo queestá hablando, él vive en otro planeta", dijo Susana Molina, una de losmanifestantes que se dirigían hacia el hotel donde el presidente teníaprevisto ofrecer un discurso televisado el martes.
"Decimos 'no más soldados' y él mandó más", agregó.
En el titular del periódico local El Diario podía leerse "ya estamos hartos, señor presidente".
La violencia está sin controlen Ciudad Juárez en los últimos meses en medio de la pelea entre ellocal cártel de Juárez y el de Sinaloa, liderado por Joaquín "el Chapo"Guzmán, por la ruta del tráfico a través de la ciudad industrial,fronteriza con El Paso, en Texas.
En lo que pareció una escalada,supuestos sicarios mataron el fin de semana a una empleadaestadounidense del consulado de Estados Unidos en la ciudad, así como asu esposo -también ciudadano de ese país-, además de a un mexicanocasado con otra empleada de la misión diplomática.
EE.UU. indignado. Los cadáveres de LesleyEnríquez, quien trabajaba en documentación de ciudadanosestadounidenses, y de su esposo Arthur Redelfs, fueron llevados elmartes a El Paso.
Funcionarios estadounidenseshan desestimado la posibilidad de que Enríquez fue asesinada por sutrabajo, pero Washington ha expresado indignación y autorizó la salidade México de los familiares de funcionarios de sus consulados a lolargo de la frontera.
La mayoría de los mexicanosapoya la iniciativa militar de Calderón contra el narco, pero algunasencuestas sugieren que podría estar perdiendo la confianza de losciudadanos sobre su capacidad para ganarle la guerra a los traficantes.
Las muertes relacionadas con el narcotráfico suman unas 19.000 desde que el presidente tomó el poder a finales del 2006.
Calderón ha dicho que quiereaumentar el gasto público en escuelas, empleos y clínicas derehabilitación para apartar a los jóvenes de los cárteles, pero pocosen la ciudad ven que esas iniciativas puedan detener rápidamente losasesinatos, que a veces llegan hasta a 12 por día.