Son hermanos y miembros de "Hablan Por La Espalda". Una vida de rock, candombe y amistad los llevó a "Sangre", su nuevo disco.
Cuando se cumplen 20 años dentro de una banda hay un sentimiento del que no se puede escapar, por más rock que uno tenga encima. En el caso del grupo "Hablan Por La Espalda", la nostalgia empezó a aflorar hace unas semanas por culpa de unos pins.
Martín Solana, uno de sus guitarristas, encontró unos viejos colgantes de la banda y comenzó una recolección en las redes sociales de afiches y carteles de boliches y bandas con las que tocaron y hoy ya no existen.
Esa introspección también los lleva a conectar el pasado con el presente. Un ejemplo es la asociación que hace el músico con la foto de un demo de la banda –compuesta por un collage de hojas de La Biblia como si fuera una fogata– con Himno del incendio, canción que abre el último disco de "Hablan Por La Espalda", "Sangre".
"Está conectado. Cuando la vi no lo podía creer”, afirma.
En la imagen, Martín tenía 17 años y Fermín, su hermano y cantante de la banda, 19. Hoy tienen 35 y 37 respectivamente.
Para Fermín, el diseño de esos afiches, que generalmente estaban a cargo de su hermano menor, son el reflejo de un concepto que la banda siempre quiso mantener: “Hazlo tu mismo”. Cultivados en el hardcore (género músical derivado del punk) de Montevideo en la década de 1990 y amantes de la cultura skater, los Solana se criaron entre grabaciones de casetes, la creación de fanzines y la colecta de discos imposibles de conseguir en Uruguay, que su padre les traía de sus viajes.
“Lo nuestro era un plan politizado, metido en la protesta. Nos manteníamos fuera del sistema pero eso nos colocó en lo que somos ahora”, indica Martín, quien hoy se ríe al recordar a Resistencia Juvenil (luego bautizada Sklank), el nombre de una de sus primeras bandas.
“Cuándo preguntan: ‘¿Qué te quedó del hardcore?’, creo que no se entiende qué decimos cuando venimos de eso. Para nosotros fue una escuela muy salada. Hacía mucho hincapié en generar poder en las personas y en una autoconfianza para poder llegar al tope en lo que quisieras. Te nutría de una fe ciega”, dice Fermín.
Incluso hoy, los hermanos afirman que esa independencia se mantiene. "Sangre", el quinto disco del septeto, fue grabado y terminado gracias a una campaña lanzada en el sitio Idea.me, en la que las personas podían aportar dinero a cambio de recompensas que incluyeron el álbum en diferentes formatos (digital, cd y vinilo), remeras y hasta un asado con la banda.
"Sangre" es presentado por los Solana como la continuación de Macumba, pero también como una separación de esa obra. Editado en 2009, ese álbum les significó un mayor reconocimiento entre el público y los medios uruguayos que no los conocían, así como más apertura al mercado sudamericano que ya venían conquistando. En Argentina la revista Rolling Stone los bautizó como “los Doors a 140 km/h” y elogió su mezcla de rock con ritmos afro que terminó de sentenciar a la banda bajo el peso de su propia música.
“Macumba es solo una parte de la historia de Hablan. Lo importante era hacer algo que no se viera como ‘otro disquito de candombe’. En la composición, teníamos que encontrar lo mejor de nosotros”, explica Martín.