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Fernando Nilo y el sueño de reciclar "la nueva basura de este siglo"
Lunes, Diciembre 31, 2012 - 08:38

El consejero delegado de Recycla Chile se refiere en esta oportunidad a los comienzos de la catalogada como única empresa social de reciclaje en Latinoamérica, así como de las innovaciones y aportes al problema de la basura en la región. Nilo, a la vez, reflexiona sobre cómo es ser parte de un proyecto social, y de sus diferencias y similitudes con firmas convencionales.

La basura tecnológica -computadores, celulares, máquinas de fax y otros aparatos- constituye un serio riesgo. Buena parte de todo eso acaba en vertederos y sus componentes, que contienen productos químicos tóxicos, muchas veces contaminan las aguas subterráneas perjudicando el medio ambiente. 

Recycla Chile, empresa social, parece haber encontrado la solución a ese problema. Liderada por el consejero delegado Fernando Nilo, Recycla emplea a ex presidiarios para reciclar los componentes de basura tecnológica que, posteriormente, se envían a posibles compradores. Nilo dijo en una entrevista concedida a Universia Knowledge@Wharton que el negocio de Recycla sirve a tres clientes: la empresa, la sociedad y el medio ambiente.

A continuación, la versión editada de la entrevista.

Recycla es conocida como la primera y única empresa social de reciclaje de América Latina. ¿Qué le inspiró a crearla?

Creo firmemente que debemos perseguir nuestros sueños. Mi sueño era resolver el problema de la basura electrónica, es decir, las máquinas de fax, DVDs, celulares y computadores, los cuales eran desechados. Acaban en los vertederos contaminando el agua y el suelo. Para mí, una de las cosas más bonitas de la juventud es la capacidad de pensar en términos revolucionarios. Quise hacer mi propia revolución real, ese era mi sueño y por eso creé Recycla.

¿Cuál es la gravedad del problema de la basura electrónica en Chile? ¿Podría dar una idea de su dimensión?

En Chile, en América Latina y en todo el mundo se trata de un problema gravísimo que todavía no ha sido resuelto. En Chile, sólo para que se haga una idea, hay 19 millones de habitantes, pero el número de teléfonos celulares llega a 20,5 millones, por lo tanto, hay más celulares que seres humanos. Cuando acaba su vida útil, todo eso va a parar a vertederos. En Chile, usamos y compramos anualmente dos millones de computadores. Es un problema enorme. Solamente un 5% de la basura electrónica del país se recicla como se debe. El resto es un desafío al que hay que enfrentarse.

Lo mismo sucede en América Latina. Igual que en Europa y en EE.UU. Es un problema real, no resuelto, y que se plantea como un verdadero desafío: ¿cómo resolver ese fallo del mercado de una manera que beneficie a la sociedad?

¿Podría explicar cuál fue la solución que encontró? ¿Cómo su empresa innovó en ese sentido?

Estamos hablando de innovación social. ¿Qué significa eso? Las personas van a la cárcel por diferentes motivos. Están presas diez o 20 años, después salen. Luego vuelven a vivir en sociedad y buscan un empleo decente, pero nadie está dispuesto a dárselo [...] El impacto social de Recycla consiste en ofrecer a ex presidiarios un trabajo que no perjudique el medio ambiente. Esas personas que antes estaban presas tienen ahora una segunda oportunidad en la vida. Estoy convencido de que todos los miembros de la sociedad merecen una segunda oportunidad, lo mismo que usted y yo. Por eso, ofrecemos una segunda oportunidad a las personas: estamos reciclando comportamientos. Al mismo tiempo, reciclamos tecnología. Haciendo ambas cosas, nuestro impacto es enorme, y ese es nuestro sueño.

¿Podría describir un poco la logística? ¿Cómo funciona?

Comenzamos con un modelo de empresa para empresa. Nuestros clientes son IBM, HP y Canon, entre otros, es decir, fabricantes de equipamientos originales. Elaboramos un contrato, mandamos un camión y ellos nos pagan una tarifa por el servicio. Llevamos su basura a nuestras instalaciones y nuestro personal comienza a desmontar las máquinas. Exportamos los componentes a Europa para recuperar la materia prima. Por lo tanto, es un servicio de reciclaje de basura digital hecho en nuestras instalaciones. Trabajamos con la nueva basura de este siglo.

Ha dicho que administra la empresa como una iniciativa social. ¿Cuál sería la diferencia entre la manera en que funciona una empresa convencional de reciclaje y la manera en que usted administra una iniciativa social?

La principal diferencia es que un emprendedor social como yo quiere cambiar el mundo, y cambiar el mundo significa pensar de un modo diferente [...] Visitamos escuelas y universidades en Chile y en otros países. Queremos difundir nuestro mensaje. Queremos estimular a los estudiantes para que cambien de comportamiento y ayuden a crear un mundo nuevo, diferente. 

Hay empresarios que piensan: "¿Por qué pierde el tiempo yendo a escuelas de negocios? Preocúpese sólo de su empresa". Para nosotros, sin embargo, es muy importante tener un impacto social sobre las nuevas generaciones, cultivar una relación duradera con el mundo académico, porque esa es la manera de cambiar el mundo, de promover la justicia social y hacer que el Gobierno innove en sus políticas.

¿Cuáles serían algunos de los principales desafíos a los que tuvo que enfrentarse cuando decidió crear Recyla? ¿Podría citar algunos de ellos y cómo consiguió superarlos?

Al principio, nadie creía en nosotros, en nuestro producto, ni siquiera el cliente. Tuvimos que llamar durante dos años de puerta en puerta para conseguir un cliente, porque no se conocía el problema. Creamos entonces un libro para los empresarios que trataba acerca de la cuestión: ¿en qué consiste el problema? ¿Por qué hay que reciclar la basura electrónica de manera adecuada?

A mucha gente le pareció extraño tener a cinco o diez ex presidiarios trabajando en el mismo lugar. Parecía una idea muy rara. Esto me dio muchos problemas. Casi acabo en la cárcel porque alguien pensó que yo era líder de la banda. Siempre que alguien intenta innovar en el plano social, hay muchos problemas. Pero lo mejor que se puede hacer es nadar contracorriente. Las cometas bonitas suben porque se enfrentan al viento. Ese es el desafío.

¿Qué le enseñó nadar contracorriente que pueda compartir con otros emprendedores sociales?

Aprendí que debemos estar preparados para recibir un "no" por respuesta. El emprendedor social debe estar preparado para trabajar contra los desafíos. No es fácil, pero con pasión, tenacidad, compartiendo el sueño, relacionándose con otros, es posible ver cómo sucede el cambio.

¿En qué medida se realizó su sueño y cuánto le queda aún por hacer?

En primer lugar, mi sueño era cambiar el comportamiento de los chilenos, y me enorgullezco en decir que lo estoy haciendo [...] El próximo paso es crecer. Creo que podemos resolver el problema de la basura electrónica en América Latina, en el interior de Colombia, en Bolivia, México, Brasil, ¿Y qué pasa con India?, ¿Y China? Como puede comprobar, es un sueño grandioso.

¿Recyla tiene presencia en otros países o solamente en Chile?

De momento estamos sólo en Chile, pero cubrimos todo el país.

¿Tienen planes de entrar en el resto de países de América Latina? ¿Y qué pasa con India y China?

Sí, en un gran sueño. Tenemos que hacerlo.

¿Sabía que sólo en India hay cerca de seis millones de móviles nuevos al mes, un total de 600 millones de aparatos en el país?

Bien, podemos pensar en alguna cosa para India, por eso me gustaría invitar a los estudiantes a que se pusieran en contacto con nosotros, que visitaran nuestra página web. Necesitamos tiempo, y tal vez gente especializada. Por eso visitamos escuelas en busca de gente, para ese nuevo desafío.

Siempre que se habla de empresas sociales, es frecuente hablar también del "triple objetivo": ¿el negocio es sostenible? ¿Tiene impacto social? ¿Es bueno para el medio ambiente? ¿Podría explicar de qué manera Recycla trabaja con esos parámetros?

Sí. Yo diría que nuestras actividades futuras necesitan estar asentadas sobre tres pilares. En nuestro caso, "impacto social" significa incluir a los pobres, pero incluir también a jóvenes estudiantes de las mejores escuelas de negocios para que nos ayuden a introducir cambios sociales. El impacto social es consecuencia de eso.

Respecto al medio ambiente, estamos reciclando el equivalente a cerca de seis estadios de basura al año.

Por otro lado, está la cuestión económica. Estamos creando nuestra propia sostenibilidad. Las organizaciones sin fines de lucro siempre necesitan donaciones, necesitan alguna ayuda y sufren con frecuencia porque los problemas que requieren atención son incontables. Por lo tanto, lo ideal es que todo proyecto gestione ganancias propias, para que pueda sobrevivir.

Mirando hacia atrás, a lo largo de su carrera profesional, no sólo en relación a Recycla, incluso antes, ¿cual fue, en su opinión, el mayor desafío de liderazgo con el que se ha encontrado? ¿Cómo lo venció y qué aprendió de él?

Considero que la oportunidad de mostrar nuestras ideas a los líderes empresariales de todo el mundo ha sido una experiencia enorme. Llamar la atención de una generación nueva acerca de lo que estamos haciendo también es una oportunidad maravillosa. Resolvemos el problema en Chile con pasión, tenacidad, jamás aceptando un "no" por respuesta. Esa es la fórmula principal, y nuestro nuevo desafío en estos momentos consiste en hacer que el programa crezca.

¿Qué tipos de nuevos desafíos imagina que tendrá después de crecer? Digamos que Recycla entra en otros países de América Latina o del mundo, ¿cuáles serían los desafíos entonces?

En primer lugar, tenemos que identificar anclas en cada país que valoren el triple objetivo. Es muy posible que en otros países las personas consideren Recycla como una oportunidad de negocio. Está bien, es verdad, pero ese es sólo uno de los pilares de la empresa. Estamos buscando un socio local que ame el cambio social y la protección del medio ambiente que forma parte de nuestro negocio.

¿Tiene algún consejo para los emprendedores sociales de lo que ha aprendido hasta ahora?

Yo aconsejaría que continuaran soñando, que trabajaran duro y que insistieran en aumentar sus contactos y jamás dejaran de aprender y de reciclar sus ideas a diario. Eso es lo más importante que tengo que decir en la etapa actual.

Una última pregunta: ¿Qué es el éxito para usted?

No me gusta esa palabra. Siento que aún tengo mucho que aprender. Creo que aquello que hacemos hoy en día, lo hacemos bien. Por lo tanto, para mí, lo más importante es trabajar pensando en aquello que considero importante en la vida, es decir, hacer alguna cosa diferente, y no lo que todo el mundo esté haciendo.

Universia Knowledge@Wharton

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Universia knowledge@Wharton