En el Festival de Wagner de este año, el barítono alemán Georg Zeppenfeld interpreta al rey Enrique en "Lohengrin". En entrevista con DW, explica qué tienen en común Wagner y las "noticias falsas".
Deutsche Welle: Sr. Zeppenfeld, ¿recuerda su primera experiencia en Bayreuth y en el teatro de la ópera de Bayreuth? ¿Hubo un momento clave para usted con Wagner y Bayreuth?
Georg Zeppenfeld: El primer contacto fue a través de mi profesor de canto, Hans Sotin, quien interpretó aquí todos los grandes papeles durante décadas. Como Sotin pasaba aquí varias semanas y se ausentaba de sus clases, le gustaba recuperar las lecciones durante la temporada del festival. Recuerdo exactamente cómo una vez me senté en el suelo de madera a escuchar "Parsifal", y viví cómo él interpretaba a Gurnemanz. En ese momento pensé que probablemente nunca podrías cantar en este teatro. Y mucho menos, el papel de Gurnemanz. Luego, en 2016, pude interpretar a Gurnemanz aquí. Se cumplió mi sueño.
¿Qué roles de Wagner le gustaría asumir?
En principio, todo lo que sea técnicamente posible para mí y lo que pueda interpretar bien. Nunca hubiera soñado que Wagner sería el tema central de mi vida profesional. Tiene que ver con el gusto actual: ahora es el momento de cantar este repertorio de voces líricas y trabajar con el colorido de la obra, y no, como quizá fue hace algunas décadas, enfocarse solo en la dimensión monumental de los roles.
Lo que tiene en común con su antiguo maestro Hans Sotin es, creo, la claridad para transmitir el significado de la obra y una considerable articulación textual. ¿Elige un tono particular para cada palabra, para cada sílaba?
Hay cantantes que son muy intuitivos con sus roles y que simplemente lo hacen de forma visceral. No es mi caso. Estoy convencido de que Wagner, que puso música a sus propias letras, sabía exactamente cómo quería que lo entendieran. Básicamente, Wagner consideraba que su poesía era más importante que su música. Siempre admiro la precisión con la que transformó el lenguaje en música. Esto implica que realmente tengo que entender cada oración mientras leo la obra y también pronunciarla, como un actor, antes de decidir cómo interpretar el texto musicalmente. Este proceso me ha llevado muy lejos: las obras siguen siendo interesantes, porque siempre se descubre algo nuevo.
Georg Zeppenfeld en el papel del rey Marke en "Tristán e Isolda" en el Festival de Bayreuth de 2015.
¿Qué quería expresar Wagner, en verdad, con una ópera tan triste como "Lohengrin", que trata sobre un amor fallido y la ruptura del orden social?
No hay una respuesta simple. De lo contrario, esta obra no se representaría tan a menudo. La trama gira en torno al vacío de poder, intrigas y celos. Luego viene un héroe sobrenatural y ofrece una solución. Pero eso finalmente no puede realizarse, porque faltan las condiciones terrenales.
Curiosamente, esta producción muestra que el predominio masculino puede impedir que se hallen soluciones. Es una necesidad humana que esta mujer, Elsa, se rebele en algún momento contra la prohibición de pensar y la represión. De hecho, su resplandeciente héroe, Lohengrin, tiene las mismas debilidades humanas que los demás, que causaron los problemas. Establece un mandato como premisa de la relación personal entre él y Elsa. Al menos, desde la perspectiva narrativa del director Yuval Sharon.
La verdad es una palabra clave en este drama, interesante en nuestro tiempo, donde se propagan noticias falsas y la verdad se ve obstaculizada porque imperan la subjetividad y la necesidad de pertenecer a un grupo, también en las redes sociales.
Sí, el conflicto en la trama se basa en realidad en "fake news": el personaje Ortrud maquina una historia y la situación de conflicto sigue su curso. Lo que siempre me sorprende: en realidad, Lohengrin sabe desde el principio que el conflicto no es un conflicto sino una intriga.
Una aficionada al festival me dijo que el director de producción, Christian Thielemann, no dirige de manera generosa hacia los cantantes. ¿Qué opina?
Yo no lo creo. Lo que no es posible con Christian Thielemann es subirse al escenario como cantante y, por así decirlo, poner las guindas a tu propia fiesta para ser el centro de atención. Las óperas de Wagner son obras de arte integrales. Y con Wagner, la orquesta también aporta su acento propio. Como cantante, siempre hay que encontrar un camino propio.
¿Prefiere a un director que intervenga activamente o a alguien que le dé libertad?
Me gusta encajar en un concepto de dirección y actuar como una rueda en el engranaje, teniendo en cuenta la función que tiene mi personaje. Tengo que tener un subtexto en todo momento y siempre debo saber qué está pensando ese personaje, incluso si no está cantando.
¿Qué sucederá con "Lohengrin" en Bayreuth?
La representación en el escenario ha sufrido este año varios problemas, por diversas circunstancias. Por ejemplo, porque el equipo de reparto se reunió muy tarde. Eso debe enfadar mucho al director. Tengo curiosidad por saber qué sucederá. Creo que todavía hay margen parar mejorar.