Haciéndose eco de la decisión de muchas actrices de vestirse de negro en solidaridad con las víctimas, la muestra no aplicará código de vestimenta.
El Festival de Cine de Berlín de este año abordará el acoso sexual, la discriminación y el abuso de género en las discusiones de una mesa redonda, un seminario y un sector de asesorías para los invitados, dijo el director del evento.
Este enfoque refleja el propósito del festival, cuya 68 edición se abre el 15 de febrero, de proyectar películas que aborden cuestiones sociales y políticas urgentes.
El evento tendrá lugar en un contexto de debate sobre el acoso sexual, impulsado por lo que se conoce como movimiento #MeToo en las redes sociales. Decenas de hombres poderosos en la industria del cine, la política, el entretenimiento y las empresas han sido despedidos o han renunciado ante las acusaciones de abuso de poder.
“Creemos que los eventos culturales como éste, aunque no solo los eventos culturales, son la plataforma para discutir este tema y estamos en medio de ese debate”, dijo Dieter Kosslick, director de la “Berlinale”.
En el rincón de asesoramiento, los invitados pueden hablar o informar sobre sus experiencias acerca de la discriminación o el abuso sexual, dijo Kosslick.
También dijo que no habría ningún código de vestimenta en el festival, haciéndose eco de la decisión de muchas actrices en la ceremonia de entrega de los Globos de Oro el mes pasado de vestirse de negro en solidaridad con las víctimas de acoso en Hollywood.
“Solo puedo instar a todas las mujeres a que vengan vestidas como quieran”, dijo Kosslick. “Nunca tuvimos un código de vestimenta en la Berlinale (...) Nunca rechazaría a una mujer por usar zapatos planos o un hombre por usar tacones”, sostuvo.
El género, la etnia, la afiliación local, la edad, la discapacidad, la identidad sexual y la diversidad religiosa serán los otros temas destacados en el programa de este año, con talentos de más de 80 países que mostrarán su trabajo.
La migración y los refugiados, que fueron el tema principal del festival en 2016, cuando el festival coincidió con el punto álgido de la crisis migratoria en Europa, todavía están presentes en la edición de este año, pero el tema se abordaría desde una nueva perspectiva, dijo el director.