En esta entrevista, el filósofo y literato italiano insta a los maestros a fomentar la pasión por el saber, y condena la mercantilización de la educación.
Es la primera vez que Nuccio Ordine visita Colombia. Ha quedado encantado con ‘el calor humano’, dice, y sobre todo con los diversos sabores de la ‘fruta tropical, cada vez más escasa en Europa’, añade. Mientras espera algo de tomar recuerda que en sus años de estudiante trabajó como reportero, y conoce los gajes del oficio.
En los últimos años se ha dedicado a promover una nueva visión sobre el conocimiento humanista. En la actualidad se desempeña como profesor de literatura de la Universidad de Calabria. Ha sido profesor visitante de centros universitarios como Yale, París IV-Sorbonne y de la Sociedad Max Planck de Berlín entre otros y es miembro de honor del Instituto de Filosofía de la Academia Rusa de Ciencias.
-Su manifiesto de ‘La utilidad de lo inútil’ ha tenido una amplia recepción entre las diversas academias de ciencias humanas. ¿Cuál es la finalidad de esta obra?
Busco superar el antagonismo entre las ciencias humanas y las ciencias naturales. Es claro que cada vez más se entrega dinero a las ciencias aplicadas y los gobiernos del mundo están dejando de lado a las ciencias básicas, pero entre ambas formas del conocimiento, deberíamos apostarle a combatir el utilitarismo y las fuerzas del mercado.
-¿Cómo evitar que el conocimiento sea mercantilizado por el utilitarismo?
En la universidad y la escuela el profesor se ha convertido en un burócrata y el estudiante en un cliente. La educación ha pasado de ser un derecho a convertirse en una mercancía, lo que resulta supremamente negativo. ¿Cómo reaccionamos ante esto? Mi libro busca concienciar sobre la importancia de los saberes que producen la filosofía, la sociología y la literatura, entre otras ramas de las humanidades, que si bien no son rentables monetariamente, se constituyen en una riqueza espiritual, ya que son los que conservan nuestra condición humana.
-¿Cuál es el origen de la crisis económica y humana que está atravesando Europa?
Lo que está ocurriendo en Europa no es fruto únicamente de las relaciones económicas; habría que enfatizar que es sobre todo fruto de una crisis moral, de una pérdida de valores. En Europa existe una serie de estados donde priman los intereses individuales sobre los generales. Países que aplastan a los otros con ajustes y recortes criminales a la política de bienestar. No existe la solidaridad. La imagen del niño sirio muerto tuvo que recorrer el mundo para que se condenara la falta de solidaridad, cuando año tras año se sabe que cientos mueren al tratar de cruzar el mediterráneo. La inmigración no es un problema griego ni italiano, es un problema de toda Europa.
-Usted viene del campo literario. ¿De qué manera la lectura de los clásicos puede promover la solidaridad, uno de los grandes valores de la sociedad humana?
La lectura de los clásicos sensibiliza de una manera contundente a los jóvenes. Alguien que lee a Shakespeare, a Cervantes, no lee una nacionalidad, lee un contexto, un universo, se hace universal. Cuando leí ‘Cien años de soledad’, no sólo entendí quiénes eran los colombianos sino también los latinoamericanos.
En las marchas de los movimientos sociales que salen a las calles para denunciar los recortes del presupuesto a la cultura, la salud y la educación en países como Grecia, Italia, Portugal y Alemania se han visto carteles haciendo llamados para regresar a los planteamientos del pensador italiano, Antonio Gramsci y recuperar la solidaridad entre los pueblos europeos. ¿Qué vigencia tiene su pensamiento en la política italiana hoy?
El interés por la obra de Gramsci tuvo un auge tremendo en el siglo XX, pero ha perdido fuerza entre los políticos italianos. Aunque por supuesto, sus ideas son primordiales, ya que aborda la importancia de estudiar por ejemplo, las lenguas clásicas. Una apuesta a la que muchos temen ya que encontrar trabajo en este campo es muy difícil, sin embargo, nos ayudan a tener una postura frente al mundo, para cada estudio es necesario un esfuerzo, y lamentablemente es que los profesores de hoy premian el menor esfuerzo.
-¿Por qué afirma que se está premiando la falta de interés?
Los profesores no están encendiendo la pasión por el aprendizaje de los chicos. Hoy en día las universidades no les exigen a sus profesores que enseñen con pasión. En lugar de ello les condenan a que pasen su tiempo en incontables reuniones institucionales, departamentales, de doctorado, de facultad, que sirven únicamente para alimentar la maquina burocrática, por lo cual los efectos son sumamente negativos.
-¿Qué lo llena de esperanza por estos días?
Cuando las personas dicen que se enamoraron de la matemática, la física, las letras y las lenguas clásicas, porque el hambre de saber es algo que tenemos muy al interior de nuestro ser. Necesitamos profesores con pasión, el profesor que enseña sin pasión está cometiendo un crimen.
-¿Qué actitud debe tomar un profesor frente a la academia?
Debe estar en constante diálogo con el conocimiento, y preparar con humildad las lecciones, sino lo hace jamás será un buen profesor. Muchos docentes piensan que luego de graduarse no deben seguir estudiando. Un maestro no debe olvidar que un excelente profesor es un excelente estudiante.
-Entonces, ¿qué pasa en las escuelas hoy?
El tipo de escuela que está imperando está secando la curiosidad del estudiante. Se debe fomentar la curiosidad. A los estudiantes se les dice “estudia algo para ganar dinero”, por encima de lo que les hace felices. Esto es realmente suicida para la humanidad y la economía misma. Sin la imaginación no hay creación, sin la creación no existe ni la ciencia ni la tecnología, ni la innovación.
-¿Qué no puede comprar el dinero?
El saber, porque es fruto de un esfuerzo. Tú puedes comprar el éxito, la fama, entre otras cosas, pero no el saber, puedes emplear el conocimiento de otros pero nunca adquirirlo. Hay que convertir a la escuela en un instrumento que nos protege de los falsos valores. Cuando dos chicos en la escuela hablan con sus pares, se enriquecen.
-Desde una perspectiva humanista, ¿cómo luchamos contra el ideario del dinero rápido y sin esfuerzo?
Se debe enseñar a los niños que la dignidad está en el trabajo honesto. Hay muchas personas que tienen mucho dinero pero carecen de dignidad. En contraposición hay muchas personas que no tienen dinero pero tienen dignidad. ¿En qué consiste este valor? la dignidad es tener los grandes valores; la solidaridad y la justicia, pero estos valores, no los tienen las personas que consiguen el dinero de manera ilícita.
-En medio de este complejo panorama, ¿dónde está el amor?
Una de las ideas negativas que se ha popularizado es que la felicidad está en el poseer y no en la búsqueda. El amor debe ser un sentimiento libre entre dos personas. Sin embargo, existe un lado negativo, que es cuando aparece la sensación de que la otra persona nos pertenece. El efecto ha sido nefasto. Muchas mujeres en el mundo terminan asesinadas por sus padres, sus esposos o sus novios, que cree que las poseen, por eso incluí en el libro una cita de Antoine de Saint-Exupéry, que señala que ‘el sufrimiento está en poseer algo’