Todos los recién nacidos del país europeo reciben una caja con más de cincuenta productos para enfrentar el primer año de vida. Un grupo de emprendedores vio ahí una buena oportunidad de negocio en el extranjero.
Por cada niño que nace en Finlandia, el Servicio Social (Kela) envía de manera gratuita un completo ajuar en el que todo lo que se incluye se usa. Hasta la propia caja, ya que está pensada para que pueda utilizarse como una práctica cuna.
Olga Tarsalainen, vocera de la entidad pública, asegura que los poco más de cincuenta productos que conforman cada uno de los llamados "lotes para bebés" le permiten a los padres (o a uno de ellos, en el caso de que la crianza no sea en pareja) mantener a la criatura durante un año.
La idea es antigua, pero hoy suena revolucionaria. "Se trata de una medida de bajo costo para las arcas públicas, pero con varios beneficios: es sostenible económicamente, promueve valores sociales, favorece la igualdad, obliga a revisiones médicas y fomenta la maternidad", subraya un experto.
La idea es vista con simpatía desde otros lugares y como siempre una carencia es también una oportunidad, tres astutos jóvenes finlandeses crearon un atractivo emprendimiento: enviar ajuares similares a los de Kela a otros puntos de Europa.
Por unos 400 euros los jóvenes padres, que se han visto beneficiado con el sistema finlandés, arman cajas similares, también con una cincuentena de productos pensados para un año de crianza, en el que echan mano a reciclaje de ropa y a compra barata por volúmenes en los productos como toallas húmedas o talcos.
"Kela tiene restricciones legales para enviar este ajuar a otros países y nosotros veíamos que el requerimiento se hacía mayor, por lo que había que ponerlo en marcha pronto", explica uno de los socios, Anssi Okkonen, quien precisa que ya están enviando cajas a unos veinte países.
La historia de los "lotes para bebés" comienza hace casi ocho décadas, en 1938, cuando el gobierno finlandés comenzó a regalar a las familias menos favorecidas una caja de cartón llena de enseres básicos, para que pudieran atender a los recién nacidos durante sus primeros meses de vida.
La medida era una ayuda vital, en medio de una sociedad que enfrentaba un altísimo nivel de mortalidad infantil. A partir de 1949 la medida se extendió para toda la población, manteniéndose como parte de la transición hacia la maternidad.
Las cajas han implicado en todos estos años un intenso ahorro para la seguridad social finlandesa, ya que no sólo evitó la muerte de los menores, sino que potenció la prevención sanitaria, favoreciendo hábitos de vida saludables.
Las familias pueden elegir entre la caja o una ayuda de cercana a los 150 euros, aunque la amplísima mayoría prefiere la caja, ya que el valor total supera por lejos la ayuda en efectivo.
Así, pijamas, toallas humedas, baberos, sacos de dormir, talcos y leche, entre otros elementos, forman parte de las vitales cajas que usualmente también se convierten en cunas.
Tarsalainen insiste: "Con esta implementación una familia puede darle una atención completa a su bebé durante todo el primer año".
La medida es asumida también como un fuerte elemento de igualador social. De hecho, cuando nació Jorge, el primogénito de la pareja real inglesa del príncipe William y Kate Middleton, recibió por parte de KELA la misma caja que se le envía a los cerca de 40.000 niños que nacen en Finlandia.
Ahora, para el nacimiento de la princesa, fueron los jóvenes emprendedores que se dedican al negocio quienes se la enviaron de regalo a los moradores del Palacio de Backinham.