Se atrevió a rediseñar la clase, la que enseña más que todo a resolver cálculos a mano, con una simple propuesta: los computadores.
Conrad Wolfram es el físico que está revolucionando la educación matemática en Estonia. Para él, hacer cálculos a manos ya está mandado a recoger. Es momento de hacer uso de los computadores.
Para el físico Conrad Wolfram “nadie está muy contento con las matemáticas en la actualidad”. Ni los que las aprenden en las escuelas, ni las instituciones que tratan de aplicarlas pero creen que no saben lo suficiente, ni los Gobiernos que no saben cómo aplicarla y mucho menos los profesores que las enseñan de manera frustrada. Lo más curioso es que esta es la época más cuantitativa de la historia y aún así, la manera de enseñar matemáticas es anticuada y disgusta.
Este inglés de 47 años, graduado de la Universidad de Cambridge, está revolucionando la educación matemática en Estonia desde hace dos años. Con ayuda de ese gobierno se atrevió a rediseñar la clase de matemáticas clásica, la que enseña más que todo a resolver cálculos a mano, con una simple propuesta: los computadores.
Esa es la solución que Wolfram ha planteado desde que apareció dando una charlaTed en 2010. Un video llamado Cómo enseñar a los niños matemáticas del mundo real que ha registrado más de 1,5 millones de reproducciones. Ahí reveló que “el uso correcto de la computadora es la solución para que funcione la educación matemática”.
Porque las matemáticas son cuatro pasos esenciales. El primero de ellos es plantearse la pregunta correcta y transformarla de un problema de la vida real a uno matemático. Luego viene la computación, es decir, sacar de ahí una respuesta a través de una fórmula matemática y, por último, traducirlo de nuevo al mundo real.
El lío, según Wolfram, es que en las clases de matemáticas se invierte cerca del 80 % del tiempo en que los alumnos aprendan el paso número tres, el de la computación, a punta de hacer cálculos a mano. Aunque exista la tecnología suficiente para que las computadoras lo hagan. De hecho, el físico estima que en esa tarea se gastan 106 vidas hoy en todo el mundo a sabiendas de que las matemáticas no es lo mismo que el cálculo.
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