De acuerdo con la Federación Colombiana de Software, hay un faltante de 62.000 personas para posiciones en el sector TIC nacional.
La reforma laboral venidera es hoy por hoy uno de los temas que más agenda marcan en la comunidad empresarial del país. No es para menos, pues podría ser uno de los mayores cambios en las reglas para trabajar y contratar en la historia reciente del país.
Esto de cara a la intención del Gobierno de legislar en pro de lo que denomina como flexibilización laboral, cuya punta de lanza es la contratación por horas. Esta es una discusión que ha generado un amplio rango de reacciones a favor y en contra: para unos es un paso adecuado para incluir en los esquemas de protección laboral a quienes devengan menos de un salario mínimo o quienes trabajan a través de plataformas tecnológicas que son incapaces de reconocerlos como trabajadores de primera línea para llamarlos socios. Para otros es un movimiento que llevará a la inexorable precarización del trabajo.
En la más reciente socialización de esta idea (contratación por horas), la ahora ministra del Interior, Alicia Arango, se encargó de agitar un poco más la opinión pública al decir que “por ejemplo, un ingeniero de sistemas tú no lo necesitas todo el día en la oficina, sino dos horas”. En justicia, Arango venía hablando del tema de flexibilización laboral desde el año pasado, en conversaciones con contextos más amplios. Pero no por eso sus recientes declaraciones sobre el tema fueron menos sorprendentes.
Y sorpresa en efecto causaron en el sector de tecnología. “Generó como alerta y disgusto por el ejemplo que se dio frente a los ingenieros de sistemas”, asegura Ximena Duque, presidenta de la Federación Colombiana de Software (Fedesoft), gremio que agrupa a más de 500 empresas que, según sus propias cuentas, representan 50 % de la industria de software nacional.
Debido a esto, cuenta Duque, surgieron reuniones con el Ministerio de Trabajo para exponer un poco cuál es el panorama laboral del sector y aclarar cuáles son los retos que enfrenta un renglón de la economía que tiene una atención particular por parte del gobierno de Iván Duque por cuenta de su discurso alrededor de las industrias creativas y la economía naranja.
“El gran reto del sector en temas laborales es el déficit de talento que tenemos. Para el año pasado, se calculaba que el faltante era de 62.000 personas para llenar posiciones en la industria”, cuenta Ximena Duque, quien agrega que la contratación por horas no es un problema pues “aquí ya contratamos por horas hace mucho y eso está regulado y nos acogemos a esa regulación; no son horas que están por debajo del salario mínimo, que es en donde está centrado el comentario y las intenciones del Ministerio. Ellos nos dijeron que su foco es ofrecer cubrimiento para las personas que trabajan, por horas, por debajo del mínimo”.
De acuerdo con Duque, cerca de 75% de las personas que están contratadas en el sector tienen contratos a término indefinido con “muy buenos salarios”.
Ahora bien, lo que Duque menciona excluye por completo a los “socios” que laboran con plataformas de servicios a domicilio o transporte, por ejemplo. Y es ahí en donde, según analistas, existen las mayores necesidades de formalización laboral. Sobre este tema, Duque asegura que participan en las mesas de trabajo que abrió el Gobierno para intentar resolver esta situación; en estos espacios se discute la posibilidad no de contratar por horas, sino por el valor de la labor. “Lo que se busca es que este tipo de trabajador quede cubierto. Pero todo eso está por discutirse”, cuenta la presidenta de Fedesoft.
De acuerdo con una encuesta de 2019 hecha por la consultora Gartner, la escasez de talento TIC es uno de los tres riesgos emergentes que enfrentan las empresas a nivel global; el sondeo contó con una base de 137 ejecutivos de alto nivel en todo el mundo.
Según la versión 2019 de un estudio anual de la consultora Manpower (especializada en temas de recursos humanos), 54 % de las empresas, a nivel global, reporta escasez de talento.
“En talento tenemos un problema de cantidad, calidad y pertinencia. En el segundo aspecto, lo que vemos es que las personas que se gradúan no cumplen los requisitos de empleabilidad del sector y para solucionar eso los empresarios hacen reentrenamiento, semilleros al interior de las compañías. Pero pocos modelos de este tipo son exitosos, entre otras razones porque no son baratos”, dice Duque.
Y agrega que “en pertinencia hay un trabajo muy interesante de acercamiento con las universidades para entender las necesidades del mercado y las formaciones académicas. Pero aquí hay unos problemas estructurales y es que los tiempos en que les aprueban cambios en los currículos, por parte del Ministerio de Educación, puede ser de hasta cuatro años. Y esta industria se mueve mucho más rápido”.
En general, la contratación por horas es defendida por gremios como Fenalco y Anif. “El mundo de los negocios se volvió digital y las instituciones y la legislación son analógicas. Hay una brecha grande entre la realidad de los negocios modernos y la legislación, que se quedó obsoleta”, asegura Jaime Alberto Cabal, presidente del gremio de los comerciantes.
Pero para otros, “al contribuir a punta de horas va a ser muy difícil que una persona se pensione, pues aunque cotice pensión, nunca va a alcanzar las semanas y, tal vez, sus contribuciones a la salud serán medianas”, sostiene Diego Guevara, profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional y columnista de este diario.
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